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Sencillamente espectacular. Lisa Kleypas logra sorprenderme con cada libro nuevo que leo. Ha logrado despertar mi apetito por el resto de sus obras, y no veo el momento de poder tener otra entre mis manos. Esta quinta y última entrega constituye un final apoteósico para la colección de las intrépidas Wallflowers. La portada en sí ya es una preciosidad, pero la historia que esconde en su interior (corta, eso sí) es una de las mejores que he leído en mucho tiempo. Hace una mención especial a la forma en que se celebraba la Navidad de entonces, y ha logrado despertar emociones y sentimientos en mí. Cómo me gustaría poder tener un árbol de navidad como el que Marcus da a Lillian. Ni siquiera se me había ocurrido que un árbol de navidad podría decorarse en la parte baja con una manta o alfombra, para así evitar ensuciar el suelo y tener un sitio más bonito donde poner los regalos. Ha sido una historia demasiado corta para mi gusto. Me hubiera gustado más poder disfrutar de la Navidad en la enorme finca de los condes de Westcliff. Por otra parte, mucho antes de esta novela, atisbé un poco la personalidad y presencia de los hermanos Bowman, totalmente diferentes al prototipo de hombre inglés, y estaba segura de que la autora no iba a dejarnos con las ganas de conocer, por lo menos, a uno de ellos. Rafe Bowman es, sin duda, un hombre a quien no le importan las apariencias. Disfruta haciendo rabiar a la gente, y puede llegar a ser muy cariñoso cuando se lo propone. Presenta una forma de ser muy diferente a la del resto de protagonistas masculinos, y eso provoca un frescor nuevo a la novela. Su romanticismo me ha sorprendido y emocionado muchísimo, pues no me lo esperaba, y ha logrado provocarme un par de lágrimas. Hannah, por su parte, me ha resultado un personaje bastante diferente al de las Wallflowers. al principio, su forma de pensar y actuar es completamente conservadora. Se nota que tiene una gran vitalidad y una fuerte personalidad, pero las circunstancias de la vida no le han permito sacar a la luz sus virtudes. Poco a poco va abriendo su cascarón y disfrutando del momento sin reservas. Ambos son personajes muy peculiares y, conjuntamente con el resto, forman un abanico de diferentes personalidades que, unidas con la esencia de la Navidad, logran hacernos sentir emociones mágicas. Enlace: https://dialectura.blogspot... |
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