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No sé cómo lo hace pero Lisa Kleypas me atrapa con sus series de un modo increíble y si lo había logrado con algunas de las anteriores como la de las Florero (Wallflower) o los hermanos Hathaway, me da que me va a pasar igual con la de los Ravenel porque, al menos, su primera entrega me ha encantado. El protagonista masculino, Devon, hereda el título de conde y la responsabilidad que semejante título conlleva sin esperarlo, incluyendo el tener que hacerse cargo de una propiedad ruinosa y de las hermanas pequeñas, y la viuda, de su predecesor. Es decir, que el comienzo de la novela no difiere demasiado de otros libros ambientados en la Inglaterra de la época pero, con Lisa Kleypas como autora, las coincidencias terminan ahí porque la familia Ravenel está formada por individuos de fuerte carácter, tercos como mulas y, visto lo visto, también por algunos que esconden un gran corazón y un talento insospechado hasta para ellos mismos, llegando a tomar decisiones tan impensables como adoptar como mascota a un animal nada habitual, que terminará correteando por toda la casa como si tal cosa, o arriesgar la vida para salvar la de unos desconocidos. Los personajes que conforman el clan Ravenel son fantásticos (entre mis predilectos se encuentran, por ejemplo, West y Helen) y si el desarrollo de la saga sigue así, seguro que la serie será una de mis favoritas de la escritora. |
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