Fairbourne Hall

Me ha gustado mucho este libro, descubrí a esta autora casi por casualidad y honestamente no esperaba demasiado, tal vez eso sea la razón por la cual me haya sorprendido tanto.

Es un libro de corte romántico, eso es lo principal, tiene base fundada en una historia de amor y la verdad es que en este sentido los dos protagonistas gustan y es fácil quererlos y esperar durante todo el libro que terminen juntos, en este sentido la autora ha hecho un buen trabajo, le ha dado el toque justo de romance sin caer en absoluto en erotismo, cosa que me encantó, no se porque últimamente casi todas las historias de romance tienen que tener escenas de cama, no siempre son necesarias y en algunas ocasiones me resultan incluso chocantes por lo burdas, en fin, este libro no tiene nada de erotismo, es un romance muy blanco y bastante bien llevado a puerto.

Sin embargo, eso no es para nada lo que más me ha gustado de libro, ni la razón por la cual le estoy dando la calificación que le estoy dando, resulta que nuestra protagonista, una hija de un clérigo, mujer de buena familia, señorita de la alta sociedad, se ve en la necesidad de huir de su casa y se esconde como criada en una casa señorial.

Ahora bien, el trabajo de investigación que ha hecho Julie Klassen para presentarnos todo el mundo social en el que estaba basado el rol de la servidumbre en los siglos XVIII y XIX, ha sido maravilloso, me ha sorprendido.

He leído un montón de libros (sobre todo románticos) situados en esas épocas donde nos relatan un sinfín de reglas sociales que debía de seguir la gente de clase alta en la sociedad de esa época, sin embargo, toda la gente que trabajaba de servidumbre en las grandes casas señoriales de la época debían seguir muchas reglas también, por ejemplo, ningún patrón o señor de la casa, invitado o cualquier persona por encima en la escala social de cualquier criado, debía toparse con ningún sirviente en la casa, si por algún motivo una sirvienta se topaba con alguien, debía ponerse de cara a la pared hasta que esta persona pasara de largo, eso solo por ponerles un ejemplo.

Tenían rangos dentro de la servidumbre, lo que no solo significaba más sueldo o trabajos diferentes, es decir, a mayor rango, menos trabajos “fuertes”, si no que mientras más arriba en la escala social servil, menos se podía entablar relación entre ellos y más privilegios se tenían, una sirvienta normal no podía convivir o platicar con el ama de llaves, por decir algo, no eran esclavos, pero casi, ningún sirviente tenía derechos por encima de ningún patrón, así que por mucho sueldo que les pagaran, se debían a sus amos y literalmente eran invisibles.

Cada capítulo lo comienza con alguna regla establecida para la servidumbre de acuerdo a manuales de la época, de verdad toda esa parte me ha parecido realmente interesante y chocante también.

Solo por eso este libro ha valido mucho la pena, el estilo narrativo también me ha gustado, aunque en ocasiones creo que ha puesto cosas de relleno y algunas otras bastante llevadas a lo inverosímil, me ha gustado mucho.

El único pero que tengo que ponerle es final, es muy apresurado, no tiene un epílogo y creo que le ha hecho mucha falta, ese final es de esos que te hacen sentir como si te dieran con la puerta en las narices.

Al no ser muy fan de la literatura romántica puede que no soy muy objetiva con este libro. En general me ha aburrido tremendamente. Primero, desde el primer capitulo me quedaba claro con quién iba a acabar la protagonista. Los personajes parecían sacados de un manual, no hubo ninguna sorpresa en esa parte. El estilo me pareció algo flojo (a ratos), con bastantes repeticiones.
Para buscar algo positivo creo que la documentación o conocimientos de la autora sobre la época son bastante extensos. Me gustó la representación de las diferencias entre los ricos y el servicio que contrataban, la precaria situación de las mujeres de las dos clases. Detalles como las sirvientes girándose hacía la pared cuándo entran los dueños de la casa, el intento de ser lo más invisible posible, son cosas de las que muchos autores que escriben sobre esas épocas no se dan cuenta.