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Me reí a carcajadas leyendo este libro. Hacía tiempo que no me reía de esa forma, desde que leí El Príncipe Verde También Existe. La protagonista es increíblemente tonta. Ni siquiera sabe lo que significa OTAN y su manera de pensar es de las típicas tontas de películas. No podía parar de reír porque piensa de forma tan disparatada y cómica que es surrealistamente divertida. Este libro no va de romance, aunque pueda parecerlo y aunque haya romance, sino que va de Emma y de cómo sus neuronas no funcionan como el resto de los mortales. Quizás lo mismo es que le faltan neuronas. De hecho, cuando me di cuenta de la gema que tenía en mis manos me propuse disfrutarlo como se merece. Es decir, me arrebujé bien en mi cama y me auto recompensé con un buen trozo de chocolate aunque eran las tantas. Sin embargo, aunque la primera mitad fue increíble, tanto que ya estaba pensado recomendarle este libro a todo el mundo y añadirlo a mi lista de libros a comprar en físico, la segunda mitad se me hizo muy pesada. Pero creo que eso ha sido más mi culpa porque lo leí del tirón y este es más bien un libro para tomar en pequeñas dosis. Así que te recomiendo una cosa. Para antes de notar que te cansas, pasa a otra cosa y retómalo en otro momento. Y ahora sí, disfruta de Emma y de su manera de pensar no pensando. |
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