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Cuando uno se adentra a leer un libro de King tiene que hacerlo dispuesto a aceptar el hecho de que se adentrará en mundos fantásticos y terroríficos donde todo puede pasar. Historias en donde el horror puede esperar escondido en medio de un circo, en el colegio, en tu propia casa o, como en este caso, en medio de un pueblo perdido de Ohio. Pero también hay que aceptar que King en esa época, o Richard Bachman, estaba dominado por algunos de sus conocidos excesos. Y en esta novela todo es exceso. Con un argumento que puede ser delirante y, sobre todo, arriesgado, King nos presenta una historia hiperbólica donde los personajes van a pasar un muy mal rato ante un viejo enemigo conocido. Sangre, tripas, decapitaciones, todo tipo de mutilaciones...aquí nos encontramos con un King visceral y juguetón que hará lo que quiera con sus personajes. Eso puede ser fantástico y divertido si aceptas el juego que te propone. Pero si no lo haces te encontrarás con una novela delirante en el que la sombra de lo ridículo planea por encima del poblado de manera continua. No sería buena idea comentar esa parte de la historia, pero créanme que merece una parte de pleitesía por parte del lector para aceptar su propuesta. Por otro lado, esta es una novela espejo con Desesperación y eso supone un acierto y un lastre, aunque depende de tus expectativas. Desesperación presenta una premisa tremenda y una historia compacta llena de terror y de una enemigo sublime. Aquí, al otro lado del espejo, regresan personajes distorsionados, lugares conocidos y monstruosidades queridas. Pero lo que allí funcionaba, aquí se convierte en un caos en el que nunca pude adentrarme. Los miles de personajes requieren una atención intensa por parte del lector ya que si no la consigues, todo termina por confundirse, perdiendo empatía con ellos y dejando que te importe poco cada una de sus muertes. Porque aquí muere mucha, mucha gente y de la manera más cruel posible. Y es que en eso King es un genio. Vaya manera tan deliciosa de desarrollar historias y reírse de tus expectativas. Finalmente, tenemos a un villano compartido con Desesperación y con él uno de los mejores personajes que habitan en el universo de King. La presencia de esta entidad, con su manera tan extraordinaria de desarrollarse en ambas historias, justifican de por sí la inmersión en este universo. Es todo un ejemplo de cómo diseñar el mal con palabras. En definitiva. Un libro excesivo en todos los aspectos, surrealista, visceral y lleno de sorpresas, alguna de las cuales pueden tomarse a risa. Toda una recomendación a disfrutar con pinzas que queda en parodia al otro lado de su espejo. |
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