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Nunca lograré comprender como Stephen King tiene la capacidad de inventar tantas historias, a tan buen ritmo y que todas resulten frescas y nuevas. La versión que leí de la niebla, que se puede entender como una novela completa por su tamaño, incluye a demás dos relatos cortos. El mono y El atajo de la señora Todd. Sobre La niebla diré que ya conocía esta archiconocida historia. Principalmente gracias a sus adaptaciones cinematográficas. Llevaba tiempo queriendo animarme a leerla, pero sentía que quizás podía decepcionarme, por conocer con anterioridad toda la trama. No fue así. Es una historia que se disfruta de principio a fin. Como siempre con King. Incluso el final en este caso, me pareció bastante satisfactorio y realista. Dentro de lo sobrenatural de la historia. En segundo lugar nos encontramos con El mono. Este relato me confirma que este hombre es un genio. Coge un mono de juguete, un mono de esos con sonrisa gigante y dos platillos y ya tiene una historia espeluznante. Y lo consigue con cualquier cosa. No volveré a mirar a un mono de juguete de la misma manera. Por último, nos encontramos con El atajo de la señora Todd. Si bien al principio, pueda parecer menor en comparación con los otros dos, ya que en este caso no se nos presenta un relato de terror, no lo es en absoluto. Dos hombres en un banco. Uno de ellos relata la historia de una mujer que desapareció. Una mujer que no olvida. Una desaparición misteriosa. Una lástima que sea tan corta. Hubiera disfrutado una novela de larga duración de esta historia. En resumen, King no defrauda. |
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