La larga marcha

Sus pies padecían dolores terribles. Los notaba hincharse cada vez que los apoyaba. Le dolían las nalgas y su espalda era fuego helado. Pero sus pies sufrían punzadas insoportables y la sangre se coagulaba en ellos y los hinchaba, y convertía sus venas en espaguetis al dente.

Ahora ya no lo deseo. Es un asco. Y un fraude. Te concentras en una cosa... te dedicas sólo a eso... y al final no la deseas. ¿No es una lástima que las grandes verdades sean grandes mentiras?

Una sensación de pánico le atenazó la garganta. De pronto,tuvo la espantosa seguridad de que estaba presenciando la última puesta de sol, la última luz de su vida. Quería que el atardecer se prolongara, que durara, que el crepúsculo prosiguiera durante horas y horas.

Las mulas sin zanahorias se agotan. Las que tienen delante una zanahoria resisten mucho tiempo cansadas

...llega un momento en que la gente deja de importar... lo mismo como estímulo que como estorbo

Camina o muere, esa es la moraleja de este cuento. Así se sencillo.

Pero eso no importaba ya. Era parte del pasado. Y era el futuro lo que se deshilaba ahora, antes incluso de que estuviera tejido.

Garraty observó los hechos con apatía y pensó que incluso el horror se asimilaba. Uno podía saciarse hasta de ver muertes.

Todos los juegos son limpios si todo el mundo es engañado a la vez.

Las mulas sin zanahoria se agotan. Las que tienen delante una zanahoria resisten mucho más tiempo cansada