La caja de botones de Gwendy

Gwendy es una niña de doce años que vive en Castle Rock. Con cierto problema de sobrepeso, nada grave pues todavía le falta dar el estirón pero, los niños son así de crueles y han empezado a ponerle motes así que para evitarlo Gwendy ha decidido hacer ejercicio.

Es durante su rutina diaria subiendo "las escaleras de los suicidios" que conocerá a un extraño hombre vestido de negro y le hace entrega de una caja de botones de colores: seis de ellos representando a los continentes, uno negro -el que solo puede accionar una sola vez y el más peligroso- y uno rojo que será el único que podrá presionar más de una vez y que le otorgará aquello que desee. Más un par de palancas a los costados, más fáciles de manejar que los botones: una le dará una chocolatina diaria y la otra cada poco tiempo un Dolar Morgan de 1891.

El extraño tras darle las indicaciones necesarias desaparece dejándola con la que ahora es su caja de botones. No importa lo que haga con ella, si la usa o no, pero debe custiodarla y procurar que nadie más la vea y sobre todo... que no caiga en malas manos....

Escrita a cuatro manos entre Stephen King y Richard Chizmar, La caja de botones de Gwendy es lo que se podría considerar un retelling de la caja de Pandora, en la actualidad y con una niña de 12 años como protagonista. ¿Qué pasaría si le diéramos una caja semejante a un niño? ¿Y si esta caja tiene colores y encima al niño le otorga pequeñas recompensas diarias? ¿Podrá limitarse esta pequeña criatura a sus chocolates diarios o apretará algún botón más para satisfacer su curiosidad?

Estamos ante una novela muy cortita, más si tenemos en cuenta a su autor que, vaya no es ningún misterio que es de mis autores favoritos y personalmente creo que es de los mejores en el género de terror, pero no es caracterizado por escribir ni novelas cortas ni de lectura ligera y, es precisamente lo que nos encontramos en esta primera parte de trilogía: Una lectura que atrapa desde el primer momento y que se lee en nada.

A pesar de ello, no os penséis que se deja algo en el tintero o que le va a faltar profundidad. Ni una cosa ni la otra y es que desde el principio a fin vamos viendo la evolución de la protagonista desde esa entrada a la adolescencia hasta casi su inicio en la universidad, además de ver como desde que la caja de botones entra a ser de su propiedad le va cambiando la vida incluyéndose en esta.

Al principio vemos como a medida que Gwendy va sacando esas chocolatinas diarias va notando un cambio en su vida para mejor pues, sus padres dejan de beber tanto y pasan más tiempos juntos y felices, y ella parece mejorar tanto en su forma física como en los estudios y en el deporte, hace nuevos, amigos...

Pero poco a poco, a medida que va creciendo y tras experimentar por curiosidad con esos botones de la caja y tomando conciencia de que no son para nada bueno, nuestra protagonista empieza a hacerse preguntas ¿todo lo conseguido es por ella o ha tenido la caja algo que ver?

Como protagonista, considero que King ha hecho un buen trabajo con Gwendy, una de esas protagonistas reales que no solo nos podremos sentir identificados con ella, sobre todo con ese tema moral que se nos presenta de ¿apretariamos el botón si con eso acabarámos con todo o tuviéramos la oportunidad de borrar esa parte del planeta que solo presenta guerra y desgracia? si no porque cada una de sus experiencias son las mismas que se nos pueden presentar a cada quien en el día a día.

Una protagonista compleja, realista, inocente pero que también podemos ver que tiene su genio y que lo saca cuando ha de hacerlo. Una de esas protagonistas que logran meterse en nuestro corazoncito, que logra que nos importe lo que le pase.

Por otro lado, mencionar la experiencia de haber compartido la mezcla de plumas, ha Richard Chizmar no lo conocía pero considero que ambos autores se han complementado bastante bien cada uno aportando lo suyo como la capacidad de introducir tintes de terror o sobrenaturales en un escenario cotidiano de Chizmar como la creación de ese ambiente lúgubre y oscuro que nos pone en alerta de King.

Sin duda uno sigue en esos primeros puestos de mi top de favoritos y en cuanto al otro estaré indagando entre sus otras publicaciones porque por supuesto tengo que leer algo más suyo.

En resumen una historia muy cortita pero necesaria por lo que nos cuenta, llena de valores morales que nos hará reflexionar y ponernos en el lugar de su protagonista. Sin meternos de lleno en el terror, se nota el toque oscuro de King el cual se compenetra muy bien con el de Chizmar. Recomendada tanto a aquellos que os guste Stephen King como a quienes os estéis planteando leerlo por primera vez.
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