La caja de botones de Gwendy

Gwendy Peterson es una niña alegre y rellenita de doce años. Para controlar su peso decide usar las empinadas escaleras que comunican Castle View con Castle Rock. En lo alto aguarda un extraño hombre al que ha visto varias veces pero que nunca se ha dirigido a ella, aunque en esta ocasión lo hace. le dice que ella es la elegida para guardar una extraña caja con ocho botones, dos palancas y una rendija en el centro.

Richard Farris le explica, más o menos, para que sirve cada cosa y que la caja conlleva una gran responsabilidad. Pero la pequeña no necesita explicaciones, ella siente que sabe lo que ocurrirá si toca los botones, y también que necesita poseer la caja.

A partir de ese momento cambiará la vida de Gwendy, en parte para bien, pero no todo será bonito mientras la muchacha custodie la caja de botones, la enorme responsabilidad posada en sus hombros le complicará la vida, y mucho.

Me ha gustado el libro, aunque no tanto como esperaba. La historia engancha y está bien contada pero, salvo un par de pasajes impactante, me ha dejado un poco fría. También puede influir que ando algo dispersa y desganada, y es posible que si la vuelvo a leer en otro momento me guste más. He disfrutado con las aventuras y desventuras de Gwendy aunque no creo que lea los dos siguientes por el momento, la lectura no me ha generado suficiente interés.

Os animo a darle una oportunidad a la novela porque lo que cuenta es interesante y está bien escrita. Y es muy posible que a vosotros os llene más que a mí.