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Hace un año lo empecé a leer y lo abandoné por varios motivos. Esta vez me alegra decir que me ha gustado mucho más, sin duda hay momentos para cada libro y este mes ha sido para este. No es mi libro preferido del autor, pero sí uno de ellos porque lo he disfrutado mucho. He leído antes al autor y su pluma me suele gustar mucho, pero en esta novela la vi muy diferente y pesada, sobretodo por sus descripciones que son demasiado largas y me hacían salir de la historia y por todo el relleno que tiene que, para mí, no aporta nada. Los personajes principales están muy bien hechos, con una personalidad y manías muy diferentes. Conecté con ellos porque sus pequeñas manías, sus sentimientos y la historia personal de cada uno me ponía los pelos de punta. La trama me ha encantado, me parece muy original e interesante, llena de reflexiones sobre el miedo, la esperanza, la fe, la amistad y la pérdida de la niñez o la inocencia. Son dos historias paralelas mediante saltos en el tiempo, una con los personajes de niños (1958) y otra, veintisiete años después, con los personajes de adultos (1985), al principio me liaba, pero cuando me metí más en la trama me gustó mucho ver las dos realidades e ir atando cabos sobre la niñez de los protas. Tengo sentimientos contradictorios con el final, por un lado me ha parecido un gran final y no podéis imaginar lo que sentí con las últimas páginas, PERO hay detalles que yo hubiera preferido que sean diferentes. Hay escenas que no me convencieron para nada, sobretodo una que me traumó porque no tiene ningún realismo ni coherencia y por mucho que le he buscado la lógica no la he llegado a entender. INSTAGRAM: @viviendoentrehistoriass Enlace: https://viviendoentrehistori.. |
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