Las nubes parecen enormes cerebros transparentes, llenos de malos pensamientos
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Las nubes parecen enormes cerebros transparentes, llenos de malos pensamientos
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Eso queda: el reluciente camafeo de todo lo que fuimos y creíamos cuando niños, de todo cuanto brillaba en nuestros ojos, aún cuando estábamos perdidos. Pon distancia y trata de mantener la sonrisa. Pon algo de rock and roll en la radio y ve hacia toda la vida que existe con todo el valor que puedas reunir y toda la fe que logres convocar. Se leal, se valiente, aguanta. El resto es oscuridad |
Inquietud y deseo. Lo que se desea y lo que se tiene miedo de buscar. El dónde se ha estado y adónde se desea ir
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Inquietud y deseo. Había mucha diferencia entre el mundo y el deseo: la misma diferencia que entre el adulto, que calcula el costo, y el niño que se sube y echa a andar, por ejemplo.
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Pero tal vez no sea buena idea mirar atrás; así lo dicen todas las leyendas. Recuerda a la mujer de Lot. Es mejor no mirar atrás. Es mejor creer que habrá finales felices en todas partes.
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- Nada es eterno. (...) - Salvo, quizá el amor. - Y el deseo. |
Las cosas salían bien antes que mal, en una proporción absurda.
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Comprendió, sobre todas las cosas, que el mundo no era bueno.
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¡Los monstruos eran cosa de todos los días! ¿A quién le hacía falta pagar una entrada de cine cuando salía más barato un diario y gratis un informativo radiofónico?
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Era una sonrisa agria, la del hombre que ha encontrado mucho que cuestionar pero poco que enaltecer en el género humano.
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¿De qué nacionalidad es Stephen King?