Llevaba tiempo con el libro en pendientes, en la estantería, esperando el momento idóneo para terminar la trilogía de Bill Hodges... Y la verdad es que me ha dejado muy mal sabor de boca. Si bien en este último libro retoma la trama con Brady (al que parecía haber olvidado en el segundo libro), la historia me ha flojeado un pelín. No he terminado de cogerle el gusto al despertar de Brady. No obstante, sí que me ha encantado la evolución de Holly; ya era un personaje que me resultaba atractivo desde el principio, pero en este libro termina de desplegar sus alas y se abre al mundo de una forma espectacular. Sin embargo, Jerome me pierde un poquito de fuerza; era un personaje bastante prometedor y en este libro parece como que ha pasado de puntillas, sin mucha pena ni gloria, salvo por el final, ahí ha dado una estocada de gracia bastante épica. Bill Hodges me ha dejado un sabor de boca bastante amargo, casi esperaba un final más espectacular... No me ha emocionado la conclusión, ha hecho que no eche de menos la trilogía, que no me haya quedado huérfana de Bill, no sé si se entiende la sensación. No obstante, es una trilogía que sí que merece la pena leer; el maestro King vuelve un poquito con este libro a su verdadera esencia, más alejado del realismo que le dio a los primeros libros. |