El fugitivo

En la oscuridad de la noche, un hombre debe esconderse, huir, matar para poder vivir. No es un criminal; es el concursante de «El fugitivo», el programa televisivo de más audiencia. Cada día, millones de ciudadanos siguen la emisión con morbosa avidez, esperando la muerte anunciada de su eventual protagonista. No hay trampa ni cartón, no hay truco televisivo: el concursante, perseguido por una banda de asesinos y, en definitiva, por toda la nación, tendrá que luchar a vida o muerte. Por cada hora que sobreviva, recibirá cien dólares, y mil millones si es capaz de permanecer con vida durante un mes. Pero el récord está en ocho días.
Ahora, Ben Richards está dispuesto a intentarlo, arriesgando su vida a cambio de un dinero que le es imprescindible para curar la enfermedad de su pequeña hija. Empieza la función… y las pantallas se tiñen de rojo. Estamos hablando de Norteamérica en el año 2025, un futuro en el que el hombre, más que evolucionar, ha regresado a sus instintos primitivos de poder y de sangre.

Nos encontramos ante una novela diferente de King, una distopía escrita bajo su seudónimo de Richard Bachman en 1982 y The Running Man como título original. En ella nos muestra la decadencia de la sociedad del futuro que se imagina él casi 45 años después de ser escrita. Me recuerda en algunos aspectos a Farenheit 451, de Ray Bradbury. El protagonista tiene que huir para sobrevivir, por diferentes motivos, pero sobrevivir, al fin y al cabo.
Ha sido una de las novelas del autor que más me ha gustado de las que llevo leídas de él hasta ahora.

El fugitivo-Richard Bachman (Novela escrita en 1982)
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Año 2025, la humanidad inmersa en una distopía. En Co-op City los que pertenecen al poder, es decir, los de la cadena "librevision", tienen el derecho de respirar aire puro y comer(pavada de cosa). Los demás, mueren de cáncer o neumonía a causa de las contaminación ambiental. Por supuesto, también mueren de hambre.
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Las mujeres deben prostituirse para conseguir nuevos dólares y los hombres deben tratar de trabajar de lo que sea a como dé lugar.
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Ben Richards está desesperado, su hijita se muere y solo pueden darle vitaminas para suplantar la comida que no tienen, pero ya no les alcanza el dinero. Entonces decide entrar a un reality show , de esos que pasan por la librevisión.
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Allí, lo presentan como un malviviente al que dejan suelto por 24 hs para luego darle caza. Por cada día que permanezca vivo ganará dinero.
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Empieza su carrera frenética para escapar, pero Ben no es una presa fácil y menos si en el camino se da cuenta de muchas cosas que el grupo de poder esconde, no todo es como te lo venden en los medios pero ¿Cómo hacerle entender a la población eso si están inmersos en la televisión como si en ella se hablase la verdad absoluta?
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Este es un libro corto pero frenético, es pura acción y desesperación pues te ves, junto al protagonista, en una carrera contra el tiempo en donde su vida está en juego y también la de su pequeña hija que solo espera un milagro.
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Final sorprendente y cargado de adrenalina. Un libro para leer de un tirón.
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Amo la ciencia ficción (que no por nada se la llama "literatura de anticipación"). Te invito a leer esta novela y a comparar muchas cosas con nuestra actualidad.
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Una obra magistral que he releído innumerables veces. El maestro lo hizo de nuevo🙃

Una visión muy futurista de nuestro querido king, que sin duda dada la fecha en la que fue escrito pone los pelos de punta. La trama y sus descripciones no pueden ser mejor . Adictiva desde la primera página y con un final inmejorable. He disfrutado muchísimo de esta lectura

En este libro nos vamos a encontrar una distopía, un mundo donde la televisión es la única realidad que hay y su contenido es aterrador.
El programa de televisión que nos vamos a encontrar es de los más crueles y que bate récords de audiencia. En dicho programa varios concursantes tienen que huir y esconderse de un grupo de mercenarios tienen por función encontrar a los fugitivos y matarlos. Los concursantes tienen que aguantar con vida un número de días concretos y si lo consiguen se hacen millonarios. El problema es que nadie lo ha conseguido jamás.
Ben Richards no tiene dinero y su hija está muy enferma, por lo que decide apuntarse al programa para ganar dinero y salvarla pero no lo tendrá fácil pues los perseguidores no le darán tregua en ningún momento.
Me ha encantado el personaje principal Ben y como lo da todo por su familia, me ha gustado su inteligencia y la que lía, que no lo voy a contar que no quiero hacer spoiler pero me ha encantado.
Me ha gustado mucho este libro, es la segunda vez que lo leo y me ha vuelto a encantar, King de nuevo a conseguido que esté en tensión casi todo el libro que me ha enganchado desde el principio.
De nuevo vemos cómo un programa de televisión triunfa aún a costa de matar a sus concursantes, cosa que ocurre en otro libro de King que me encantó.

¡Qué trepidante lectura! Te mantiene en tensión a lo largo de sus casi 300 páginas, y pese que la última parte me parece más flojilla, tiene un buen final.
Hay partes donde impera el nerviosismo, la mayoría de ellas, y alguna otra bastante gore...
Este libro fue escrito bajo el seudónimo de Richard Bachman en 1986.

Sociedad distópica, año 2025, dónde las clases sociales y la desigualdad sigue vigente. Los programas de televisión imperan en todo el mundo y es en estos, dónde participa la gente pobre arriesgando su vida, ya que nunca nadie se ha llevado el jugoso premio porque mueren durante su participación.
Ben Richards, decide participar y es elegido para el El Fugitivo, el programa más duro pero con mejor bote, dónde nuestro concursante tiene que huir e ingeniárselas para no ser cogido durante un mes por Los Cazadores. Pero tiene que tener cuidado con quién lo ve porque lo puedes delatar y así llegar pronto a su perdición...

El fugitivo tiene un argumento atrayente y muy atractivo: en una sociedad futura, en donde la telerrealidad prima por encima de todas las cosas, King nos trae la historia de un concurso que es a vida o muerte.

Nuestro protagonista, Ben Richards, que es el participante de este concurso tan peculiar. es un hombre desesperado por conseguir dinero suficiente para pagar las medicinas de su hija enferma, que hará todo lo que sea necesario para conseguir el premio final.

La ambientación de la novela me ha parecido magnífica, una sociedad futurista dominada por la telerealidad y los medios de información. Esa critica a nuestra sociedad en un libro escrito antes de que los realities shows copasen casi toda la programación como hoy en día, me parece una genialidad.

El fugitivo está dividido en diversos capítulos, pero la manera de titularlos es muy atípica, ya que es una cuenta atrás, y esto le da emoción a la trama, ¿que pasará cuando llegue a 0?

Esta novela se lee rápido, ya que, tiene un ritmo ágil que se acentúa al tener capítulos cortos. Con esta novela yo he tenido sentimientos encontrados, lo que no me suele ocurrir con King, empecé a leerla para un reto con unas amigas, y puse mis expectativas muy altas al ver que a todas les gustaba mucho, gran error por mi parte, presuponer que me iba a gustar, ya que no soy muy amiga de las distopias(solo he leido otra que me haya gustado).

La novela es entretenida, con una historia original y muy bien ambientada, narrada de manera ágil, pero a mi no ha llegado a atraparme, aunque ha habido 2 momentos donde mejora considerablemente(uno algo despues de la mitad del libro y otro al final).

Esta obra fue publicada en 1982 (bajo el pseudónimo de Richard Bachman) . Los motivos por los que usó este alias nos los explica el propio Stephen King en una suerte de prólogo de un par de páginas que sirve como preámbulo de la obra.

A aquellos que como yo crecieron con en los 80, quizá no les suene tanto el título de “El fugitivo”, pero quizá les refresque la memoria si les hablo de “The Running Man”, un film protagonizado por Arnold Schwarzenneger y María Conchita Alonso a finales de los años 80.

En la película, una pareja de peligrosos convictos eran escogidos para participar en un cruel concurso televisivo en el que debían escapar de un grupo de cazadores que tenían el objetivo de darle caza para deleite de los televidentes. En el caso de la novela, la premisa, aunque parecida, tiene diferencias sustanciales que hacen que la trama sea más atractiva. Debido que en la sinopsis queda claro de qué va la historia, omitiré esos detalles para no destriparla.

La premisa en su día ya me resultó bastante atractiva y original, y más teniendo en cuenta que su autor planteaba una historia que se desarrolla casi cincuenta años después de su publicación, lo que la convertía en una interesante distopía. Ahora que la he releído me ha parecido una obra diferente, pero igual de disfrutable. Es curioso porque si bien no suelo recordar las novelas demasiado bien cuando pasa tanto tiempo, de esta tenía un recuerdo bastante nítido. Aunque he de reconocer que para mí es un libro bastante especial, ya que lo adquirí en un viaje que hice a Madrid en el año 1998 para visitar a un amigo y que me ventilé de una sentada en el viaje de autobús de vuelta.

Catalogaría la obra como ciencia ficción futurista con toques distópicos y grandes dosis de acción y suspense. Se divide en cien episodios breves, de unas tres páginas de media cada uno, en los que se nos recrea la vida de su protagonista, Ben Richards, y sus vivencias antes y después de entrar al concurso, cuyo premio le podría reportar el dinero suficiente para poder afrontar el tratamientos y el pago de las medicinas para su hija, que se encuentra aquejada de una grave enfermedad.

El lenguaje que utiliza el autor es sencillo y directo, lo que ayuda a que la historia sea aún más fácil de digerir, y el hecho de que los capítulos estén dispuestos como si se tratase de una cuenta atrás, de Menos 100 a 000, hace aún más atractiva su lectura. Tiene un ritmo frenético, si bien, King sabe templarlo cuando es necesario para introducir secuencias en las que su protagonista se haya oculto y tiene que sopesar qué decisiones tomar con respecto a su futuro inmediato.

King describe bastante bien los escenarios, tanto que te los puedes imaginar perfectamente en tu cabeza, lo que provoca un agobio parecido al que pueda sentir Ben Richards mientras es perseguido por los cazadores por las calles de las ciudades en las que se desarrolla la trama.

Otra de las virtudes de la novela es que consigue que empatices con el protagonista desde el comienzo de la historia a pesar de su hosco carácter, ya no solo por el motivo por el que lucha, también porque el villano está tan bien perfilado, sobre todo en el plano psicológico, y defiende unos intereses tan mezquinos, que cae mal desde su primera aparición.

Antes de despedirnos, mencionar que el desenlace cumple con las expectativas, y es rematado con un final que deja al lector sin palabras.

Pues me ha gustado mucho. Un libro distópico de Stephen King - bajo el pseudónimo de Richard Bachman.
Una sociedad muy dividida en 2 grandes clases sociales: los que no valen nada y los que son ricos. Nuestro protagonista pertenece a la primera clase, es un poco rebelde y debido a sus circunstancias personales decide participar a un concurso para obtener dinero con el que mantener a su familia. El proceso de selección para el concurso me pareció denigrante y hace que te metas de lleno en el espíritu de la novela.
La verdad es que Stephen King escribe muy bien: la novela te va atrapando, los capítulos los enumera de forma decreciente y esperas a ver qué pasa en el 0, el ritmo no decae y además es que describe muy bien la sociedad de ese mundo distópico.
Muy recomendable.

Me estoy convirtiendo en una completa, total y absoluta fan de Stephen King, a pesar de que había leído alguno de sus libros, los más conocidos, hace años, realmente no fue hasta hace relativamente poco que me he dedicado a ponerme al día, un trabajo arduo considerando lo prolífico que ha sido este hombre.

A ver, no se trata solamente de un libro publicado en una época en la que realmente no había este boom televisivo de hace algunos años para acá donde se pusieron de moda ese tipo de programas, así que, bueno, sí que tiene su punto natural de inspiración en Orwell, pero es tan original en su argumento, es que poniéndolo en su momento de publicación resulta en algo tan adelantado a su tiempo.

Es un libro, por supuesto en un ambiente distópico, pobres, ricos, medios de comunicación dueños de las mentes de las masas, donde los idiotiza a través de varios tipos de reality show, algunos más fuertes que otros, pero que se trata de una pantalla de humo para manipular a las masas, para hacerlos estúpidos y que no sepan de la verdad de la vida.

Richards, nuestro protagonista es un hombre inteligente, pero pobre, muy pobre, su hija se está muriendo de gripe, así que decide apuntarse a uno de esos reality shows, su perfil lo lleva al programa más duro, crudo y violento, uno donde mientras más tiempo dure, más dinero podrá ganar.

Una de las mejores distopías que he leído en muchos, muchos años y que realmente nos mantiene total, completa y absolutamente pegados en el asiento y mordiéndonos las uñas.

Este libro es crudo, es cruel, es fuerte y es una absoluta genialidad en narrativa, en prosa, en intriga, en poder de entretenimiento puro y duro, ni que decirles que tiene un ritmo extraordinario, que tiene unas reflexiones que superan a su tiempo y que tiene un final apoteósico

Otra vez, nuevamente, un grande, enorme y fuerte aplauso para el Don de la intriga y del terror de la literatura contemporánea, es usted un grande Sr. King.

Stephen King escribe habitualmente novelas de terror. Pero no debe encasillársele en este género: en su prolífica carrera, King ha pulsado diferentes teclas literarias. Como los novelistas de verdad, no ha prestado demasiada atención al tema de sus novelas, sino que ha atendido a sus propias obsesiones a la hora de escribir. Quizá por eso tenemos tantas historias suyas vinculadas al uso de la violencia, al poder y a gente buena enfrentada a situaciones límite.


Y en el mundo de El fugitivo estas tres cosas abundan: se trata de una novela ambientada en un Estados Unidos del año 2025, con ciudades horrorosamente contaminadas, y una brecha entre ricos y pobres verdaderamente escandalosa, en la que los adinerados pueden permitirse todos los lujos, mientras los asalariados sólo consiguen empleos que les dan lo justo para vivir. Es un mundo en el que ni siquiera es posible una revolución, puesto que ciertas libertades hedonistas (marihuana, libertad sexual), más la decisiva influencia de la televisión ("librevisión" se llama, en lo que es un magnífico chiste, así como llamar General Atomics a la empresa abusiva y todopoderosa) neutralizan a la población, manteniéndola en la obediencia frente a un régimen inaceptable.


Ben Richards es el protagonista de la historia. Y Ben no es un hombre nacido para conformarse; puesto en el trance de ver a su hijita enferma, no conseguir empleo (nadie quiere un empleado que reclama y que hace valer sus derechos), no acepta que su esposa, a la que adora, se tenga que prostituir en las calles para darle medicamentos a su hija, y decide participar en un concurso de a librevisión. Pues hay muchos concursos, y entregan premios en dinero, a cambio de arriesgar la salud, el funcionamiento de los órganos, un brazo o, para los verdaderamente afortunados, puedes ser cazado como una sabandija por tus conciudadanos.


Y Ben Richards es de los afortunados: es elegido para el principal concurso de la cadena, llamado El Fugitivo. En él, debe sobrevivir durante un mes, mientras un equipo especializado de la cadena lo perseguirá para matarlo, y los televidentes recibirán un premio en dinero si dan información que conduzca a su captura.


El fugitivo, entonces, es una novela sobre un hombre desesperado, pero también es una novela sobre nuestros temores: la cruel división de clases en los países desarrollados, el abuso del poder, la televisión como herramienta de dominación, la destrucción del medio ambiente. En una novelita breve, de ritmo muy rápido, con capítulos cortos y en los que predomina el diálogo, Stephen King resulta brillante en su capacidad de mostrarnos su fantasía futurista en pinceladas rápidas, usando un lenguaje coloquial y un tono levemente rabioso y desencantado, nos introduce no solo en su mundo, sino en una forma de ver ese mundo. El autor consigue aquí que no solamente empaticemos con su resentido y mordaz protagonista, sino que tomemos partido por él: deseamos que sobreviva el mes, que se lleve un vagón de dinero, y ojalá que destruya a la cadena y a su horrible sociedad.


Sumando y restando, totalmente recomendable: una novela ágil y atractiva, que presenta, como un espejo deforme y exagerado, algunos de los peores males de nuestro tiempo.