Cell

Hola, mestizos. Bienvenidos a otra reseña en este blog. Esta última lectura de King era una de las más esperadas; llevaba no sé cuántos años queriendo leerlo y no la encontraba por ninguna parte, así que agradezco muchísimo a la editorial por habérmelo enviado.
En primer lugar, quiero puntualizar los puntos malos de este libro, que, aunque no son demasiados, le restaron mucho a mi experiencia y dejaron mis expectativas por los suelos. Pero no se alarmen, también tiene puntos muy positivos.
Lo primero que le faltó a este libro fue CONFLICTO. Aunque suene raro, a King se le escapó el factor sorpresa, ese factor que hace que una narración no sea tan plana. LA IDEA ERA EXCELENTE. Verán: un virus por teléfono convierte a las personas en una especie de zombis. Pero le faltó a la historia ese punto cumbre donde la tensión llegara al lector y lo atrapara. Además, no hay esos giros que te hubiera gustado tener y, simplemente, esa idea tan brillante daba para muchísimo más.
El segundo punto que me disgustó fue la poca profundidad humana del relato. Ya saben que soy un sentimental de lo peor, y me hubiera gustado que esta historia tuviera más emociones y más sentimientos, ya que la atmósfera en sí se prestaba a esa dimensión.
Esas fueron todos los aspectos que me disgustaron. Ahora, ¿qué se rescata de Cell?
En primera, todo es muy cinematográfico. Tiene la pinta de esas películas apocalípticas y caóticas. Los guiones de King rezuman realismo y son muy acorde a lo que se cuenta.
Además, como dije antes, la idea del libro es buenísima. La vi como una crítica ante lo que estamos viviendo ahora. ¿Se imaginan un virus contagiado a través de celulares que manipulara nuestra mente y nuestro comportamiento? Pues esa suposición me dio escalofríos.
En conclusión, Cell se queda en el medio. No fue una historia que me disgustara en su totalidad, tuvo tantos puntos buenos como malos. A pesar de esperar más, lo que tuvo de bueno fue suficiente para terminarla y por fin tener una opinión de este libro tan esperado.