Bellas durmientes

"¿Qué pasaría si las mujeres abandonaran este mundo?" un planteamiento que más de uno se habrá hecho alguna vez, el maestro Stephen King y su hijo Owen King nos dan su respuesta en este libro fantástico que te llena de incertidumbre, deleite, asombro, risas y más. La fusión de ambas plumas genera un resultado interesante y es que, creo, es la primera vez que Owen colabora con su padre.
Dooling, un pueblo como cualquier otro, con sus personas comunes es el punto donde comienza y termina el mundo como lo conocemos de la mano de la misteriosa Evie Black; tan normal como todos los acontecimientos que afligen a nuestros variados personajes, y mayormente a los hombres que temen la perdida de sus mujeres para siempre. Como no pueden faltar hay trágicas muertes, momentos de reflexión y momentos de aflicción.
Bien. Ahora para los que no hayan leído los escritos de Owen jamás (como yo), pero sí los de su padre, no sabrán distinguir cuál es el aspecto en que se destacan uno de otro, pero algo que sí noté que jamás leí en otro de los libros (tampoco me leí todos) de Stephen King es el enorme glosario que presenta a los personajes, los cuales son muchos. Incluso demasiados. Algunos me parecieron realmente muy irrelevantes y de descripciones vagas que morían demasiado pronto. (Un relleno típico, como la chica de Gran busto que no aporta más que una muerte escandalosa, sanguinolenta y predecible en una película de terror). Aunque esto no sea algo muy favorable, de hecho es lo que menos me gustó y me parece que dificulta que uno se sumerja de lleno en el libro y hasta decida dejarlo de lado, en lo que a mi respecta, no me arrepiento para nada de leer este libro y encontrar algo nuevo que apreciar en la forma en que narra King y el acoplamiento con su hijo.
En resumidas cuentas, no es lo mejor que tiene Stephen King en su repertorio, pero sin duda alguna es una premisa atrayente que fue, dentro de todo, bien desarrollada y con un final aceptable.