No sé por qué el ver aquello me sacudió, pero de pronto me invadió una fuerte ola de resentimiento, y sentí el corazón henchido de alegría mientras las palabras «no volveré a ver esto» se esparcían dentro de mí. Pero a continuación, con la misma presteza, el corazón se me encogió y las palabras «no volveré a ver esto» me apuñalaron.
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