Tengo la sensación de que, en el futuro cuando el ser humano llegue a Marte, esta historia se convertirá en un libro de culto. ¿Por qué? Porque Kim Stanley Robinson realiza aquí un tratado social, psicológico, político, geográfico y moral de la existencia de seres humanos en Marte. En ocasiones he tenido la sensación de leer un libro de historia de lo que ocurrió en ese planeta hace años, en otras, un estudio arquitectónico de cómo construir una lugar habitable en Marte. Todo esto es muy bonito e interesante pero este libro carece de una cosa: de historia. Crear una historia no es solamente poner unos personajes en un escenario interactuando entre ellos. El lector necesita empatizar con los personajes, sentir emoción, suspense, pensar que el/la protagonista va a fallar en su cometido y en el último momento triunfa (o no). Y a esta novela le falta historia. La mejor manera que tengo para expresarlo es que ha sido como viajar en tren, por la ventanilla ves cosas bonitas e interesante, otras no tanto; pero cuando llegas al destino te has olvidado del paisaje porque no te ha afectado en nada. Yo como lector "quiero" estar en ese paisaje, sentir frío, calor, reírme, pasar miedo...y esta novela no lo consigue. + Leer más |
Fundada en Argentina en 1955 e incorporada a Grupo Planeta en 2001.
Literatura fantástica y ciencia ficción.
Editor de la obra completa de J. R. R. Tolkien, Minotauro cuenta con autores como Philip K. Dick; Ray Bradbury, artífice de las míticasCrónicas marcianas; Ursula K. le Guin, creadora de Terramar; William Gibson, padre del ciberpunk; John Crowley; Kim Stanley Robinson, autor de la Trilogía de Marte, y el popular Christopher Priest. Cuenta, además, con exitosos autores españoles como Javier Negrete, León Arsenal, Rafael Marín y Juan Miguel Aguilera.
Además de los autores clásicos del género, el catálogo de Minotauro cuenta con colecciones dedicadas a la fantasía –con títulos como El hombre marcado, de Peter V. Bret, o Lamento, de Ken Scholes–, la ciencia ficción –La Vieja Guardia de John Scalzi es un buen ejemplo– y el terror –con obras como la antología Zombies, editada por John Joseph Adams, o la novela 13 balas, de David Wellington.