El favor de una dama

El favor de una dama es una entretenida novela de la norteamericana Josi S. Kilpack en la que su joven protagonista, desesperada ante los intentos de conquista de un pretendiente que no acepta un no por respuesta, decide pedir ayuda a un conocido con el que hace mucho que no habla.
Es muy fácil ponerse en la piel de Bianca Davidson y comprender el porqué está dispuesta a todo con tal de desembarazarse del pelmazo y engreído Stapshire porque, desde luego, el ego de este lord no tiene parangón y se niega a escuchar las numerosísimas negativas de la pobre muchacha. Menos mal que Matthew Hensley pasaba por allí para echarle un cable porque, entre su pretendiente y su madre, Bianca está borde del colapso.
Aderezada con momentos divertidos, la lectura de El favor de una dama resulta de lo más amena. Bien ideada y redactada, con una edición preciosa, la novela nos traslada al duro día a día de las jovencitas de la época y de la moral de entonces, de un modo tan natural que nos sentimos como uno más de los personajes. Desde luego, es un libro ideal para desconectar porque Bianca es de todo, menos convencional, y estoy segura que os sorprenderá casi tanto como a su madre, je, je.

Hoy viajo de nuevo a las Islas Británicas y a la época de la regencia con esta novelita corta romántica, El favor de una dama, escrita por la autora americana @authorjosiskilpack Me llamó la atención la sinopsis y me lancé con ella, sin saber que pertenecía a una saga siendo el 2.5 su orden de lectura. Sin embargo, puedo afirmar que se puede leer de forma independiente, ya que no he tenido la sensación de perderme nada de la historia.

Lord Strapshire es todo un partidazo: guapo, rico, con un buen estatus social... todas las jovencitas de la zona quieren ser el blanco de sus miradas. Solo tiene un pequeño problema: es un auténtico peñazo. Así que cuando se fija en la adorable Bianca Davidson, ella se cobrará un antiguo favor pava evitar emparejarse con el pomposo lord. Y ese favor tiene nombre y apellidos: Mathew Hensley.

Me gusta leer este tipo de novelas ambientadas en el periodo victoriano y de la regencia. Las normas eran tan extrañas como divertidas. Por ejemplo, bailar tres canciones con la misma persona era casi sinónimo de pedida de mano. O la tarjeta de baile donde los caballeros se apuntaban para establecer el orden con el que danzaban con las jovencitas. Yo digo que la clase alta en aquellos momentos estaba muy aburrida y se inventaban estas reglas para aportar salseo y poder cotillear a gusto.

Además de la trama romántica, la autora nos intriga con un incidente que afectó en el pasado a la pareja protagonista y el cual no descubriremos hasta casi el final del libro.

Sin duda leeré los otros dos libros de esta saga que están publicados en español, incluso puede que siga con ella en inglés con el resto. Ha sido un buen descubrimiento.
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