Flores para Algernon

Ahora comprendo que una de las grandes razones de ir a la escuela, e instruirse, es aprender que las cosas en las que uno ha creído toda su vida no son realmente ciertas y que nada es como parece ser.

Eso fue lo que me dijo. El que usted sea tan listo como para poder ir al colegio no le da derecho a burlarse de mí. Estoy harto de ver como todo el mundo se burla de mi.

Déjame solo. Yo no soy yo. Me estoy cayendo a pedazos, y no te quiero aquí.

Un niño puede no saber cómo alimentarse por sí mismo o qué comer, pero conoce el hambre.

Tengo miedo. No de la vida, o la muerte, o la nada, sino de desperdiciarla como si yo nunca hubiese existido.

Gracias a Dios por los libros, la música y las cosas en las que puedo pensar.

No sé qué es peor: no saber lo que eres y ser feliz, o convertirte en lo que siempre has querido ser, y sentirte solo.

He aprendido que la inteligencia por sí sola no significa gran cosa. Aquí, en su Universidad, la inteligencia, la educación, el saber, se han convertido en grandes ídolos. Pero ahora sé que hay un detalle que han olvidado: la inteligencia y la educación que no han sido templadas en el afecto humano no valen gran cosa.

Aunque todos sepamos que al final del laberinto se encuentra la muerte [...], veo ahora que el cammino que he elegido en este laberinto me ha hecho lo que soy. No soy solamente un ser, sino también una manera de ser -una de muchas otras-, y tomar consciencia de los corredores que he seguido y de los que me falta recorrer me ayudará a comprender en qué me voy convirtinedo.

Antes se reían de mí, me despreciaban por mi ignorancia y por mi torpeza; ahora me odian por mi saber y mi facilidad de comprensión.