Al otro lado del rio

Jack Ketchum es uno de mis autores favoritos, incluso diría que es el único que me ha puesto al cuerpo leyendo determinados pasajes… detalle que gustándome como me gusta el terror, es de agradecer mucho.

En esta ocasión, la verdad es que compré el libro totalmente a ciegas, simplemente ver quién lo firmaba ya me parecía más que justificado –¿a cuántos no os pasa esto?-; así que me sorprendí bastante cuando empecé a leer y descubrí que era un western.

Estamos en la Arizona del siglo XIX, en el típico salón con sus partidas de cartas con trampitas, sus prostitutas varias, sus pistolas a la vista, sus borrachos de turno, conversaciones sobre indios y ganado… lo dicho, lo típico. Aquí también se encuentran algunos de nuestros protagonistas.
Tenemos a tres “vaqueros” que se dedican a buscar caballos salvajes, perdidos tras la guerra, para sacar algo de dinero por ellos e ir sobreviviendo como buenamente pueden, aunque anteriormente no se dedicaban a nada parecido a lo que hacen ahora. Sin comerlo ni beberlo, aparecen dos chicas, muy malheridas y con signos de haber sido vejadas y violadas como poco… el caso es que quieren volver al sitio de donde han escapado porque hay más mujeres a las que sacar de ahí. Tras desavenencias varias, los tres se encaminan al otro lado del río… y lo que encuentran les deja de piedra. No es para menos.

Esto, a muy muy grandes rasgos es la premisa propuesta por el autor gore por excelencia. Y ojo que resulta sumamente interesante.

Es una novela corta pero súper intensa, llena de matices y detalles, con descripciones muy típicas del autor, precisas y yendo siempre al grano, dando la dosis justa de suspense y tensión para querer leer más y más. de hecho, se lee en una tarde, siendo imposible dejarlo apartado.
Los personajes, geniales, todos ellos plagados de luces y –muchas- sombras son dibujados de manera magistral, casi pudiendo palparlos y olerlos; y es que Ketchum es un autor especialmente gráfico y extremadamente explícito, además de un genio en cuanto a escenas grotescas. Por supuesto aquí también las tenemos, aunque en esta ocasión es un libro un poco más apto a todos los públicos de lo que normalmente suele ofrecer.

En absoluto me esperaba una historia de este calibre, y menos en pleno salvaje oeste, me ha flipado muchísimo.
De nuevo, me quito el sombrero con este autor.

Si hay algo que caracteriza a Jack Ketchum, y por lo que tanto me gusta, es porque no tiene límites a la hora de escribir. NADA.
Esta novela cortísima que ronda las 100 páginas, (que me ha durado menos que un suspiro), transcurre en Arizona en el s.XIX despues de una guerra, así que más que terror diría que estamos ante un crudo western moderno.
Los protagonistas son tres rudos hombres que han visto demasiadas cosas, aunque está narrado solo por uno de ellos, Bell un corresponsal de guerra.
Toda la historia cambia cuando se encuentran con una malherida Elena, una joven mexicana víctima de la trata de blancas, que les cuenta que al otro lado del río está su hermana pequeña.

Así que los cuatro cruzarán el Colorado en busca de venganza.
Me ha parecido una buena historia, muy gráfica, llena de detallitos turbios y escenas p0rnog4ficas explícitas, como ya he dicho, este hombre no tenía límites.
Si ya has leído La chica de al lado, este viaje te parecerá menos intenso, si es lo primero que lees de Ketchum, prepárate.
La única mala noticia es que el libro está descatalogado, aunque puedes encontrarlo en librerías de segunda mano y en digital.

Ahora tengo muchas más ganas de hacerme con un ejemplar de Joyride de la biblioteca de Carfax.

Una historia no muy larga, poco más de cien páginas, pero suficientes para contar una historia estremecedora. Es el segundo libro que leo de Ketchum, el primero fue “la chica de al lado” y también me impactó. Este autor escribe sin filtros, cómo diría yo, es como las películas de Tarantino, si tiene que haber sangre habrá y mucha y si hay que narrar escenas duras las narrará sin despeinarse. Este autor no es apto para todo el mundo, pero a mí me encanta. Una historia dura, desgarradora y sin florituras, no os diré más, solo que si os ha gustado mi opinión le deis una oportunidad y después me contéis que os ha parecido.

No sé si era mi momento, pero la verdad es que me ha costado y eso que es muy muy corto.
Me llamaba muchísimo la atención la sinopsis, pero en realidad ese tema empieza más o menos a la mitad y para mí ha sido cuando realmente se ha empezado a poner interesante y me ha hecho salvarle la nota.
Estamos en el salvaje oeste, dónde una simple trampa en una partida de cartas te puede llevar a la tumba. Tres "amigos" se ven envueltos en una trifulca para salvar a la hermana de una chica que se encuentran malherida y que está siendo violada y maltratada.
Pese a que es un tema delicado y muy duro, ni he podido meterme bien en la trama ni sentirme reflejada con ningún personaje, ni llorar con la pérdida de alguno como me suele pasar.
Lo he leído sin pena ni gloria, pero leído está.

Me ha decepcionado.
Pensé que estaría a la altura de otro libro que leí del mismo autor "La chica de al lado", pero nada que ver.
Se trata de un relato, una obra corta, y aunque sí que hay violencia y escenas duras, no se parece en nada a la otra obra.
No está mal, en absoluto, simplemente me esperaba otra cosa.