Pálido criminal: Serie Bernie Gunther II

Segunda novela de la serie Belin Noir. La verdad es que en estas obras hay muchísimos elementos reales que te llevan directamente a la etapa que nos relata, así como también la vivimos y siempre nos implicamos con intensidad en sus tramas y afloran nuestros sentimientos.

Además, el protagonista y detective Bernie Gunther siempre resulta interesante porque es un personaje muy sarcástico, muy cínico, pero con respuestas inteligentes para todo y para todos, y por tanto, irresistible.

Pálido criminal transcurre en el Berlín de 1938, en una etapa totalmente volcada al nacional- socialismo. Y donde se describe aquella época con gran veracidad y, como siempre, con la aparición de personajes históricos que mezcla con los ficticios, lo que hace que se convierta en una novela que no puedas dejar de leer.

La trama se inicia cuando una rica viuda, Frau Lange, contrata los servicios del detective Bernie Gunther, ya que está siendo víctima de chantaje por medio de unas cartas muy comprometidas, para tapar la homosexualidad de su hijo, editor de una revista de ocultismo .

Una cartas que revelarían este terrible secreto, por las que podría ser condenado y encerrado en un campo de concentración.

Y aquí me detengo porque me viene a la mente que verdaderamente es terrible que este tipo de inclinaciones se considerasen enfermedades mentales y esto hasta el año 1990.

Después de resolver el caso y además perder a su socio, el detective Bernie Gunther, a pesar de su poca simpatía por los nazis, debe reincorporarse a la Kripo (Kriminalpolizei) por mandato expreso del general Heydrich de la Gestapo, con la misión de investigar y detener a un psicópata que viola, tortura y asesina de forma idéntica y ritual a varias adolescentes arias y ante el que la policía de Berlín se ve incapaz de actuar.

Con el grado de comisario, inicia una investigación que se irá complicando mucho más, y que llevará a nuestro detective a verse envuelto en una conspiración, cuando descubre que están involucrados varios altos mandos de las SS.

Entre ellos el mismo Heinrich Himmler y Otto Rahn, uno de los creadores de este movimiento esotérico, de gran influencia, interesados en el ocultismo y que odian especialmente a los judíos. Bernie es un testigo privilegiado, al descubrir las horribles perversiones de algunos de los altos cargos nazis implicados. Como en la anterior novela, una mirada lúcida y penetrante de la Alemania nazi donde todo puede ocurrir.

Recreación histórica impecable, cuidada ambientación, nos situamos, por tanto en el Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial.

Concretamente se enmarca en el año 1938, entre la crisis de los Sudetes y la noche de los cristales rotos, en una Alemania donde el poderío nazi y la propaganda antisemita campan sin control.

Con personajes reales que se entremezcla brillantemente con los de ficción y que termina el nueve y diez de noviembre con aquella noche que no se olvidará, la llamada la noche de los cristales rotos.

Una sólida novela de género negro puro, al estilo de los clásicos americanos, aunque en un contexto muy diferente.

La leo con interés aunque me ha resultado muy impactante y brutal el tema de los horribles crímenes de las niñas, que describe con detalle.

Sin embargo, es una obra original, como todas las de la serie, y por ello también una de las mejores sagas con las que podemos conocer el inicio del nazismo, su continuidad y el exterminio en los campos de concentración hasta su superación.

Inmersión total en el Berlín nazi. Son novelas adictivas.

A por la siguiente.

Segunda entrega de la trilogía berlinesa.
Berlín, 1938, el régimen nazi está en su máximo apogeo, ejerciendo un control en su población y exigiendo una sumisión absoluta por parte de ellos. El delirio ario se manifiesta abiertamente en todos los órdenes de la vida en la capital alemana: persecución contra los judíos, católicos, homosexuales, extranjeros, exaltación de una historia pagana alemana tan glorioso como artificiosa, etc.
En este contexto, el detective Bernie Gunther recibe el encargo de investigar el origen de un chantaje del que está siendo objeto el hijo de una acaudalada editora berlinesa. Paralelamente, es abordado por su antiguo jefe de la policía para que reingrese en el cuerpo que abandonó, asqueado, cuando vio la deriva que tomo al subir al poder el nacionalsocialismo de Hitler. Su presencia en la policía es requerida por las más altas instancias de la Gestapo, sabedores de que Gunther es el mejor sabueso de la capital e impotentes al no poder avanzar en la investigación de varios asesinatos rituales cometidos contra jóvenes adolescentes alemanas, todas ellas prototipo perfecto de espécimen ario soñado por el Führer.
Philip Roth demuestra, de nuevo, sus grandes dotes de escritor de novela negra, aliñando magistralmente las dosis necesarias de cinismo, realismo, investigación criminal, éxito y fracaso que harán que las expectativas de todo amante del género noir queden perfectamente colmadas.

Pálido criminal es el segundo tomo de las aventuras del detective privado en Berlin, Bernie Gunther.
Estamos en 1938 y la Alemania nazi ha invadido los Sudetas para apropiarse de la industria pesada con fines bélicos evidentes pues Hitler ya ha decidido de la guerra en Europa.
En aquel ambiente Bernie Gunther funciona a maravilla. Su fama ha trascendido y lo precede a todas partes; ahora tiene un socio para llevar mejor el negocio.
Una rica berlinesa propietaria de una industria, lo contacta porque su hijo es objeto de un chantaje por ciertas cartas de amor entre un psiquiatra y él, en condiciones que abiertamente el partido se muestra intolerante con ciertas prácticas sexuales.
Este caso será rápidamente resuelto, pero su socio será asesinado en condiciones muy turbias.

En ese contexto, el jefe de la policía en Berlin, Bernhard Heydrich, lo va a obligar de aceptar la pesquisa de un asesino en serie que lleva varias muertes de jóvenes bellas berlinesas que representan muy bien a la raza aria. Heydrich no le deja ninguna escapatoria a Bernie, o se ocupa y resuelve rápidamente este caso, o se le quita la licencia de detective.

Heydrich es un personaje muy temido, pero bajo su férula en Berlin la caza a los judíos no ha alcanzado la magnitud que en otras regiones de Alemania. Y el peor enemigo de Heydrich es Himmler que hace correr rumores en contra de Heydrich únicamente para sacarlo del poder y aplicar reglas más duras.
Será una pesquisa muy difícil en el seno mismo del nazismo, ese nazismo que Bernie Gunther desprecia.
Difícil creer que el discurso insolente de Gunther pueda haber funcionado con los mandamases del nazismo que « hacían desaparecer » a la gente en un santiamén por menos que eso.
La novela se lee bien porque es ágil y la descripción del Berlin de 1938 resulta suntuosa.
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