Llámalo como quieras

Era una chica perdida. Perdida en las opiniones que todos los demás tenían sobre mí. Perdida por dejar que esas opiniones reemplazaran las propias.

Solo porque tiene razón sobre algunas cosas no significa que tenga razón en todo. Puedes tener razón y ser un idiota al mismo tiempo.

Eres la única persona que me dejó ser yo y los convenció de que me dejaran ser yo mismo. Pero necesité mucho tiempo para perdonarlos. Para aceptar que todos los buenos recuerdos no desaparecían porque también había malos. Todos esos recuerdos son parte de quién soy. Los buenos y los malos.

-Todos piensan que soy un criminal.

-Bueno, todos piensan que soy una tramposa.

-No eres una tramposa.

-Lo fui, una vez.

-Un error no te define.

-¿Sabes que la gente dice que lo opuesto al amor es el odio?-dice.

-Mi mamá una vez me dijo que eso no es verdad. Dijo que lo opuesto al amor es la indiferencia. Que el amor y el odio requieren enfocar energía en otra persona.

Creo que a veces todos tenemos que mirarnos bien en el espejo antes de opinar de la vida de los demás.

Todos esos recuerdos son parte de quien soy. Los buenos y los malos.

Mamá siempre dijo que las palabras son palabras y que es más importante cómo las utilizamos.

La mayoría de nosotros quiere hacer lo correcto. El problema es que eso no luce de la misma manera para todos.

A veces todos tenemos que mirarnos bien en el espejo antes de opinar de la vida de los demás.