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Kit es fanático de los eclipses. Desde pequeño ha viajado a distintas partes del mundo con su padre y su hermano gemelo Mac en la búsqueda de estos. Así es que cuando conoce y se enamora de Laura, decide llevarla al festival de Cornwall de 1999 para que ella vea su primer eclipse. En el momento en que termina el eclipse, Laura descubre un hombre encima de una mujer, y ella parece en shock. Ella está segura que ha ocurrido una violación, el dice que todo es un malentendido. La víctima parece muy agradecida con Laura, pero una serie de sucesos harán que dude de haber confiado en la persona correcta, llevandolos a ella y a Kit a tener que desaparecer del mundo digital, e incluso a cambiarse los nombres por una amenaza sobre sus cabezas. Pero no se puede mantener el pasado oculto para siempre, ¿O si? Opinión personal: En principio voy a decirles que me gustó mucho la historia y que hacía rato que no leía un thriller que me enganchara tanto que me hiciera leer hasta cualquier hora con tal de terminarlo. Debo admitir que es un libro que transcurre un poco lento, y la primera parte es super introductoria y nos pone en contexto de muchas cosas que necesitaremos para más adelante, pero una vez que llega el segundo contacto el libro comienza a volar, o al menos, así lo fue para mí. Lo que más me gustó fue que cuando yo pensaba Ok, esto es lo que pasó y me empezaba a aburrir un poco, el libro daba un giro en la historia con algo que no me esperaba, con otra parte oculta de alguno de los personajes y otra vez me enganchaba a leer. Hubo uno en especial que no me lo vi venir, pero ni por casualidad, y suelo ser de esas personas que adivinan la trama desde el primer momento. Un evento que les cambia la vida para siempre, la culpa, la confianza y todo lo que creían se ve afectado para siempre. “Nada es lo que parece” es la frase que encuentro mejor para describir este libro. Es un thriller psicológico y toca temas bastante fuertes (¡Qué difícil es hacer una reseña de este libro sin spoilers!) pero están advertidos que hay bastante violencia psicológica (y un poco física) y manipulación de cualquier forma imaginada. El libro está contado desde el punto de vista de Kit y el de Laura, y van alternando capítulo a capítulo. Y no solo, eso, sino que también hay dos líneas del tiempo en paralelo, el festival de 1999 y la actualidad. Se que esto es algo que suele ser bastante confuso y no del gusto de mucha gente, así que aviso que la totalidad del libro es así. En lo personal no me molestan los cambios de perspectiva y tiempo, por lo que disfruté mucho de ir conociendo los detalles de porqué pasaban las cosas que pasaban, basado en hechos del pasado. La verdad es que fue una historia que me sorprendió, creo que, si bien es lento, se compensa con los giros de la trama que están muy bien armados y sorprenden al lector |
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