A mí no me gustaba hablar de recetas y estampados y servir té en el salón. ¿Y por eso era una egoísta? ¿Por eso era una rara? Y lo peor de todo: ¿por eso era una decepción?
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A mí no me gustaba hablar de recetas y estampados y servir té en el salón. ¿Y por eso era una egoísta? ¿Por eso era una rara? Y lo peor de todo: ¿por eso era una decepción?
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Algún día iba a tener todos los libros del mundo, estantes y estantes llenos. Viviría en una torre hecha de libros; me pasaría el día leyendo y comiendo melocotones. Y si algún caballero con armadura se atrevía a acercarse en su blanco corcel y a rogarme que le lanzara mi trenza, lo acribillaría con huesos de melocotón hasta que se marchara.
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-La lección de hoy es la siguiente: es más importante viajar con esperanza en el corazón que llegar sano y salvo. ¿Lo entiendes? —No, señor. —Significa que debemos celebrar el fracaso de hoy porque es una clara señal de que nuestro viaje de descubrimiento aún no ha terminado. El día que el experimento sea un éxito será el día de su fin. Y no puedo evitar pensar que la tristeza del final es mayor que la alegría del éxito. |
-Espero que en el colegio los tengáis nuevos. Un microscopio era un objeto raro y valioso y en el colegio no teníamos ninguno. De hecho, habría apostado a que tenía ante mí el único que había entre Austin y San Antonio. —En el colegio no tenemos, abuelito. Eso le dio que pensar. —¿Cómo? De verdad que no entiendo el sistema educativo moderno. —Ni yo. Tenemos que aprender a coser, tejer y bordar. En conducta, nos hacen caminar por el aula con un libro en la cabeza. —Yo creo que leer el libro es una forma mucho más efectiva de asimilarlo —dijo el abuelito, y yo me reí. |
Y cuando algo es todo lo que sabes hacer, es fácil aguantar.
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Algún día iba a tener todos los libros del mundo, estantes y estantes llenos. Viviría en una torre hecha de libros; me pasaría el día leyendo y comiendo melocotones. Y si algún caballero con armadura se atrevía a acercarse en su blanco corcel y a rogarme que le lanzara mi trenza, lo acribillaría con huesos de melocotón hasta que se marchara.
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Es asombroso lo que uno puede ver cuando se sienta a mirar.
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Era una lástima, pero a veces un poco de conocimiento podía estropearte el día, o al menos quitarle un poco de su esplendor.
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Es asombroso lo que uno puede ver cuando se sienta a mirar.
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My mother’s life was a never-ending round of maintenance. Not one single thing did she ever achieve but that it had to be done all over again, one day or one week or one season later. Oh, the monotony.
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Manolito ...