Todo lo que somos juntos (Deja que ocurra 2 )

3'5/5 estrellas
En esta segunda parte, nos encontramos de nuevo con capítulos muy breves contados desde ambos puntos de vista, cosa que nos da una cierta perspectiva y hace muy fluida la lectura.
Me ha parecido una historia de reconstrución y nuevos comienzos entre Leah y Áxel, pero también entre este último y Oliver, ambos deberán volver a confiar el uno en el otro. La pintura vuelve a ser el eje central del libro. La relación entre los protagonistas está muy condicionada por ella, tanto a nivel profesional como personal. La tensión y la pasión se reflejan en todo lo que pinta Leah y su obra está influenciada por ese primer amor. La dinámica entre ellos cambia, han pasado tres años y los dos han evolucionado. Por primera vez, Leah tiene el control de una relación en que ambos son más maduros pero de maneras distintas. Áxel se muestra más valiente pero también más vulnerable y ella más fuerte pero precavida.
La manera como están perfilados los personajes, me ha parecido una vez más, cautivadora. Creo que tiene un par de secundarios que hubiesen podido tener historia propia, concretamente Justin y Landon, en cambio no he sentido eso en ningún momento con Oliver.
Es una bonita historia sobre la diferencia entre la dependencia emocional y el amor. También sobre la necesidad de saber estar sola.
Mi valoración no es más alta, pues creo que esta segunda parte responde más a intereses editoriales que literarios, a pesar de ello, me reitero: Leer a Alice Kellen es siempre un placer.