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2,5 estrellas. Decidí empezar el año con la relectura de un libro romántico que había disfrutado unos años atrás, pero la experiencia no fue igual. La historia sigue a Léane y Blake, dos estudiantes de periodismo que compiten en un concurso de su universidad que tiene como premio una beca para le ganadore. al principio no se llevan nada bien y harán lo que sea para perjudicar al otre, pero mientras pasan más tiempo juntes no pueden evitar sentir las chispas que saltan entre elles. En lo positivo, es un enemies-to-lovers disfrutable, que se lee de un tirón. Me gustó el romance, ya que el desarrollo de la relación de los protagonistas se siente muy creíble. Además, son tiernes juntes. Sin embargo, a la historia le falta profundidad. Léane y Blake tienen una ligera evolución, pero nada que me haya hecho sentir apegada a elles. Y todos los secundarios están solo de relleno, son el típico grupo de amigues que deben estar presentes para que la trama tenga sentido, pero no aportan nada ni llegamos a conocer sus distintas personalidades. Lo que en realidad me sorprendió que no me gustara es el estilo de la autora. Recuerdo que cuando leí esta historia por primera vez y otros de sus libros, quedé encantada con su prosa. Ahora no puedo decir lo mismo. La narrativa no fluye tanto como debería, hay varios momentos en que me detuve a releer una frase porque me parecía que no estaba expresada de la mejor manera. Ciertas cosas sencillamente me parecieron cursis, por no hablar de algunos errores ortográficos que me volvieron loca (por ejemplo, el constante mal uso de las comas). En general, no me pareció un mal libro, y creo que es muy válido que otra gente lo disfrute. Pero esta experiencia de lectura me lleva a reconocer que las novelas románticas “clásicas” que tanto leía hace cuatro años ya no son para mí. Ahora las únicas novelas de este género que amo son las que tienen protagonistas LGBTQ+ o tocan algún tema triste, y debería usar bien mi tiempo leyendo lo que verdaderamente disfruto jajajaj. |
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