Recorre los campos azules

Keegan se ha convertido en un refugio al que acudir y que sé que no me va a decepcionar.

Me encanta Claire Keegan. Desde que leí su primer libro Cosas pequeñas como esas me enamoré de su estilo delicado,elegante y sutil con el que desnuda la dureza de la vida rural en Irlanda.


En este libro nos regala ocho cuentos situados en la Irlanda rural,excepto uno que transcurre en Estados Unidos. Todos coinciden en la tristeza,soledad, falta de comunicación e infelicidad de los protagonistas.
Son historias durísimas de abusos familiares,matrimonios desgraciados,soledad abrumadora solo aliviada temporalmente con el alcohol o secretos que ya es imposible guardar por más tiempo. Un conjunto de vidas acompañadas por la melancólica belleza de un paisaje tan duro como evocador que se convierte en un protagonista más con sus campos y acantilados hostiles pero también con el fuego cálido de los hogares.

Es duro porque los temas tratados son duros ,la violencia,las malas decisiones,la lucha interna por vivir la vida que se quiere ,abandonando todo y persiguiendo los sueños... Pero Keegan no insiste ,no da detalles desagradables,ella sugiere y sutilmente te hace partícipe de esos hechos y de la tristeza, de la soledad y de la falta de libertad de los personajes.


Explora el alma humana y los sentimientos más dolorosos y tristes con delicadeza y gran sensibilidad.


Mis favoritos han sido El regalo de despedida,Recorre los campos azules ,La noche de los serbales y sobre todo La hija del guardabosques. Todos son cuentos en apariencia sencillos pero con un fondo impresionante,son espectaculares .

Keegan es de esos autores que después de leer te sigue rondando por la cabeza y sigues pensando en lo que has leído.

Maravillosa Keegan.

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