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Definitivamente, este libro me ha gustado mucho pero mucho más que el primero. Aquí conocemos al coleccionista, Albert Stucky, un personaje que Maggie nombra en su primera aventura en Bajo sospecha Stucky es uno de los asesinos en serie que afecto mucho a Maggie en el pasado pero ahora vuelve nuevamente a atacarla y de la peor forma, tratando de hacerla partícipe de sus asesinatos. Con un humor sarcástico, Maggie enfrenta a la gente que la juzga por ser mujer en un trabajo para el que muchos consideran que es típico de hombres, ser perfilador criminalista. La protagonista es una mujer fuerte y segura, pero que tiene sus cicatrices de guerra y un tremendo conflicto interno. Si bien Nick aparece nuevamente en escena, al menos en Sin aliento, no me dieron ganas de matarlos a ambos con sus vueltas e histeriqueo, esta vez el clima no estaba para eso y se agradece. Sin lugar a dudas, la autora sabe como mantenerte en vilo, como desear continuar cada capítulo porque sabemos quién es el asesino, sabemos quienes serán sus víctimas pero no sabemos como es que podrán frenarlo.. sí es que pueden. Lectura amena, vertiginosa y recomendada para los amantes de este género de suspenso |
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