Personas desconocidas

Katzenbach es uno de mis eternos pendientes. Son muchas las opiniones discordantes sobre las novelas de este autor, por eso cuando vi que Ediciones B iba a publicar su nueva novela decidí arriesgarme para poder tener mi propio criterio. Lo cierto es que, a grosso modo, el libro no me ha defraudado.

Octubre de 1996. Theresa Gibson, una pequeña de tan solo 13 años, desaparece sin dejar rastro cuando iba de camino a su casa. La pesadilla acaba de comenzar para su familia y amigos y vecinos...

Han transcurrido dos décadas y Gabriel Dickinson, un inspector de policía que lleva más de 17 años en el Cuerpo, acaba de asumir cómo toda su vida se desintegra tras lo que parecía ser una plácida jornada en velero por el lago, yéndose al traste también su carrera y su futuro. Su vida está fuera de control, desmotivado y hundido cada día más en la bebida, no puede evitar cometer errores en su trabajo. Por estos motivos, y para quitarlo de la circulación mientras Gabriel trata de recuperarse, lo ponen al frente de una división de casos sin resolver. Viejos casos pendientes que ha de revisar para actualizar los informes y ver si surge alguna pista que se pasó por alto a lo largo del proceso de investigación. En caso de dar con algún hilo del que tirar, debería pasar el caso a la Brigada de Investigación Criminal. Pero Gabriel no estará solo en ese trabajo, le acompañará Marta Rodríguez-Johnson, una inspectora de narcóticos que no ha podido superar la pérdida de su compañero, al que mató accidentalmente. A pesar de haber sido exculpada, siente una losa sobre sus espaldas que le impide trabajar con normalidad y que acentúa su miedo a volver a empuñar un arma.

Dos son los protagonistas de esta novela y los encargados de desentrañar una maraña de misterios que parecen no tener solución. Gabe y Marta intentarán componer una imagen de los acontecimientos, al igual que los arqueólogos apartan la tierra despacio y cuidadosamente, esperando dejar al descubierto alguna pista o signo revelador que les permita atar cabos e ir encajando las piezas de un complejo rompecabezas. Los dos personajes principales están perfectamente definidos, sobre todo psicológicamente, y son convincentes, aunque apenas se alejan de los estereotipos de este género literario. Su estilo es directo y su lenguaje sencillo, pero si esperáis un ritmo vertiginoso, una carrera contrarreloj, no lo vais a encontrar en este libro. Todo está dosificado de manera orquestada, con cuentagotas, lo justo para que el lector no pierda el interés. Una novela que no aburrirá porque contiene unos cuantos giros argumentales y concluye en un desenlace que me sorprendió a medias porque hubo momentos en que lo veía venir. Personalmente, alguna explicación referida al comportamiento y decisiones de algunos personajes me han parecido algo rocambolescas, poco creíbles, porque si me pusieran a mí en semejante tesitura jamás hubiera tomado tales determinaciones. En cuanto al resto de personajes, nadie es lo que aparenta, todo el mundo esconde algún terrible secreto y nuestros investigadores tendrán que hacer las preguntas convenientes para hallar las respuestas correctas.

Personas desconocidas es un thriller psicológico con un original planteamiento que, sin duda, sorprenderá a todos aquellos que no se hayan acercado a la saga Departamento Q, de Jussi Adler-Olssen. No es mi caso, de hecho fue uno de los motivos que me hicieron decantarme por la lectura de este libro, en el que un par de policías son relegados a un nuevo departamento dedicado a casos no resueltos del pasado.

Está narrada en tercera persona y estructurada en tres grandes bloques con un total de 55 capítulos de corta extensión que le van a imprimir cierto ritmo a la lectura. Esta novela cuenta con todos los ingredientes necesarios para tener al lector enganchado a sus páginas desde el mismo prólogo: el descubrimiento de cuatro expedientes de homicidios acaecidos en 1997, que no parecen estar relacionados entre sí y que fueron investigados por el mismo par de policías de historial impecable; la misteriosa desaparición de una niña de 13 años ocurrida en esas mismas fechas; un narcotraficante que cuenta con información de interés y al que asesinaron mujer e hijo pequeño; dos jefes obcecados en que la investigación no llegue a buen puerto y dos policías venidos a menos que deberán enfrentarse a sus demonios mientras investigan, de forma extraoficial, un caso cuya resolución podría redimirlos ante sus compañeros y ante ellos mismos.

En resumen, Personas desconocidas es un thriller psicológico repleto de intriga, de ritmo pausado y trama fascinante que logra captar la atención del lector desde la primera página. Está plagado de diálogos internos o pensamientos en los que sus protagonistas revelan, en primera persona, sus miedos y sus dudas, pero que le dan al lector una perspectiva diferente de sus emociones. Un punto de vista interesante porque permite descubrir su personalidad y entender sus decisiones. Una novela que bien podría tener continuación y convertirse en una saga, porque el planteamiento de un departamento dedicado a casos sin resolver y esta pareja de investigadores pueden dar mucho juego.

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