El psicoanalista

El psicoanalista es uno de esos thrillers de los que todo el mundo ha oído hablar y que, a la hora de leer, levantan muchas expectativas. Precisamente esas expectativas han jugado un poco en contra en este caso.



El libro comienza de una forma pausada presentando a un personaje protagonista con el que es difícil conectar en un primer momento. Ricky es un psicoanalista bastante aburrido y metódico cuya vida está completamente vacía y encasillada en una rutina que apenas altera. Sin embargo, todo va a desmoronarse muy pronto, o eso es lo que pone en el anónimo que ha recibido.



Una vez que Ricky recibe la amenaza y las reglas de un extraño juego al que el misterioso "Rumpelstiltskin" quiere que juegue el ritmo del libro se va acelerando poco a poco a la vez que cada nuevo revés que sufre el protagonista va haciéndolo evolucionar. La novela comienza con un ritmo calmado que va acelerándose exponencialmente hasta un final en el que apenas hay tiempo para respirar.



Tengo que decir que El psicoanalista me ha dejado un sabor un tanto agridulce ya que adiviné el final y hay ciertos sucesos de la trama que resultan un poco forzados. Pese a todo, tengo que reconocer que es una historia que se disfruta mucho durante la lectura ya que el misterio de la identidad de Rumpelstiltskin y si Ricky conseguirá desenmascararlo y salvar su vida o no mantiene la intriga en todo momento.



Lo más interesante me resultaron las reflexiones que el autor incluye a lo largo de la novela sobre distintos temas relacionados con el comportamiento humano y la forma tan distinta que tenemos de valorar algo una vez que lo hemos perdido.



En general El psicoanalista me ha parecido un thriller entretenido que resulta interesante mientras lo lees, pero que tampoco es esa obra maestra que esperaba debido a la gran fama cosechada por esta historia a lo largo de los años.