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Una idea interesante y con potencial para explotar, que fue desaprovechada para llenar 4 libros y debería haberse resuelto en tan solo uno de 700 páginas. Desde el principio la autora esta dejandonos pistas tan sutiles como una patada en la cara o un puñetazo en el estómago y las repite aquí y allá por toda la saga, rellenando páginas con descripciones de lugares, el clima, acciones y aventuras (similares entre sí pero difiriendo en tiempo y espacio geográfico).Para la mitad de este libro ya es muy evidente que las sutiles pistas afirman las teorías planteadas en el primer libro y estamos dando vueltas en círculos desde gran parte del segundo libro. al momento de la gran revelación y giro de la trama todo es tan evidente que la lectura se hace aburrida, densa e insobrellevable. La repetición de la palabra amor hasta el hartazgo la despoja completamente de su significado y pasa a ser un cliché gastado y sobreutilizado que explica todo aquello que quedó suelto.Y lo mas intrigante de todo, si los protagonistas volvieron a nacer juntos y habían pasado 18 años, ¿cómo puede Daniel estar en segundo año de universidad?
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