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Nunca me ha parecido más acertado el cambio tan radical de un título original, es que El poder de las sombras le viene como anillo al dedo, porque en esta segunda parte de la saga Oscuros nos encontramos con que las llamadas Sombras o Anunciadoras resultan de brutal importancia y muestran un poder que hasta ahora no conocíamos. Aquí también descubrimos muchas más características del nuevo mundo en el que Luce se está desenvolviendo, y es que como en la primera entrega, vamos aprendiendo con ella muchas nuevas cosas que nos sirven para entender un poco más todo. Los protagonistas siguen siendo los mismos, -Luce, Cam, Daniel-, pero los personajes secundarios empiezan a separarse un poco más, aún está la presencia de aquellos que fueron parte importante en el primer tramo de la historia -Arianne, Gabbe, Molly-, pero también aparecen muchos nuevos -Shelby, Miles, Francesca, Steven-, que traen consigo nuevas situaciones y replanteamientos. La lucha interior de Luce continúa, hasta cierto punto sabe de qué lado está, pero hay momentos en que duda entre lo que ella desea hacer y lo que se supone que debe hacer, sus mayores replanteamientos se dan al conocer a los alumnos de la Escuela de la Costa, donde es enviada por su propia protección, y es que los alumnos especiales de allí son nefilims y traen con ellos muchos nuevos conocimientos y también muchas dudas. Empieza a saber un poco más de sí misma y de su larga historia, a partir de la mirada de los demás y de la suya propia, y a su vez empieza a descubrir la fuerza y el poder que lleva dentro de sí y que le hacen cuestionarse a cada momento si las decisiones que toma son acertadas o no. El estar en un lugar nuevo y la separación que tiene de los seres que quiere hacen que su razonamiento empiece a madurar a pasos agigantados, hasta que llega a la conclusión de que para tomar las riendas de su vida debe conocer más sobre la misma y los hechos y personas que la han afectado. Sus problemas copan la trama, pero estos tienen como protagonistas a Daniel, Cam, Miles, Shelby y otros tantos nefilims, ángeles y demás seres que van apareciendo. Y cada uno trae consigo un nuevo replanteamiento y muchos más razonamientos. Sin embargo, Luce no es la única que destaca, sino que también lo hace Daniel, es que en esta segunda parte podemos saber más de su vida y de sus sentimientos, y de la importancia que conllevan sus decisiones, lo que nos lleva en cierto sentido a estar más cerca de él, y es que aquí es Cam el que pierde un poco del protagonismo que tenía permitiéndonos centrarnos solo en Daniel la mayoría del tiempo. Particularmente, creo que la segunda parte está a la altura de la primera, aunque en ciertos rasgos pueda sobrepasarla. Y al final podemos decir que: La lucha sigue, y es tanto interna como externa, toca esperar que en ambas el bando ganador sea el apropiado. Enlace: http://masalladelaspaginas.b.. |
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