La hija de la española

Ahora que me pongo a escribir mi opinión sobre esta lectura me pregunto si es bueno que os cuente o es mejor que no os cuente. Tengo esa duda. El caso es que, aunque leas la sinopsis que la editorial te proporciona y en la que se dan unas pinceladas para mí demasiado extensas sobre lo que vas a encontrarte en esta novela, hasta que la autora no quiere dejarlo claro, no sabes en qué ciudad, de qué país y en qué año estás, y tengo la sensación de que eso forma parte de el planteamiento de la trama. Intuyo que la autora quiere que pienses que podrías estar en cualquier sitio y en cualquier momento, al menos al comienzo de la narración, para luego situarte allí, con todo lo que ello implica, que no es poco. Aun estando segura de que en algún comentario u opinión la gente desvelará este punto, yo no lo voy a hacer, y, fiel a mis sensaciones, solo os voy a hablar de lo que me ha parecido, en todo su contexto.

Estoy muy sorprendida porque he visto algunas críticas algo insidiosas sobre esta novela (críticas en Goodreads) y no me encajan mucho con lo que yo he leído. Supongo que mi lejanía con el momento que nos cuenta hace que sea capaz de disfrutar más de cómo está llevada la historia, de cómo está construida, de cómo la autora nos va contando una realidad, su realidad, pero con el peso de una historia de ficción, llena de verdad, llevada por las decisiones que tomamos para sobrevivir.

Con un estilo narrativo muy directo, me ha parecido un reflejo personal y subjetivo lleno de sensaciones, de sentimientos y de vida; pensemos en la vida de una mujer que se queda como su única familia al morir su madre prematuramente tras una larga enfermedad, y todo ello en un momento convulso que parece que se escapa de sus manos.

Se intuye tanta verdad en su manera de contar lo que fueron esos días para ella y para la gente de su entorno que es difícil, al dejar de leer durante unos segundos, no imaginar lo que podrías llegar a sentir o cómo lo peor de uno mismo puede primar con frases como nos descubrimos deseando el mal al inocente y al verdugo, éramos incapaces de distinguirlos. Comenzó a hincharse en nuestro interior una energía desorganizada y peligrosa, y con ella las ganas de linchar al que sometía, de escupir al militar estraperlista que revendía los alimentos regulados en el mercado negro o al listo que pretendía quitarnos un litro de leche en las largas filas que se formaban los lunes a las puertas de todos los supermercados.

Además de toda la acción, que se va precipitando como si de una torre de naipes se tratase, la protagonista va repasando su vida a grandes rasgos, a través de conversaciones con su madre, a través de recuerdos, y, mientras, va ocurriendo lo que ocurre, lo que la pone en una situación límite de la que debe salir. Es verdad que no me esperaba el camino que toma la historia. Me parece muy real, muy capaz de ser cierta y, aunque sé que no lo es porque así lo explica la autora al final, yo la he vivido como si lo fuera.

Guste o no, la realidad irrumpe bruscamente en la lectura y te deja fría (no fría de insensible sino fría de helada, de paralizada) porque, aunque parezca lejano, no lo es, y todavía hay que gente que pasa por lo mismo en diferentes lugar, en diferentes momentos y con otras caras.

Me ha gustado. Me ha gustado mucho. Agradezco que sea distinta, que muestre contando, que me lleve a ese lugar en el que hay que decidir, en el que hay que sobrevivir y en el que hay que seguir adelante. Algunos pensarán que las cosas no fueron así, y puede que para algunos no pero estoy convencida de que para otros sí, que esos momentos se vivieron, que esas decisiones se tomaron y que el mundo siguió girando después.
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¿Qué harías si de la noche a la mañana te lo quitaran todo; tus pertenencias, tu casa, tu patria, tu vida? ¿Serías capaz de dejarlo todo atrás para convertirte en otra persona?
La hija de la española, no es una historia real pero bien podría ser la vida y vivencias de muchos venezolanos que vivieron la horrible sensación de perderlo todo debido a la crisis que estaban viviendo. El hambre, el saqueo, la muerte, la represión, las enfermedades, tener que comprar en el mercado de negro productos de primera necesidad mientras rezas por no perderlo todo.
La manera de la autora de contar la historia es directa, cruda, con descripciones y metáforas bellísimas sin dejar nada al azar.
La historia te atrapa y se lee con mucha facilidad, haciendo que te replantes cómo actuarias si te encontraras en una situación similar a la de la protagonista.
Me ha gustado mucho conocer tanto la pluma de la autora como una parte de la historia de Venezuela desconocida para mí.

«La hija de la española» de Karina Sainz Borgo es lo que normalmente se llama una novela de tesis, en la que se tratan temas políticos o sociales. Adelaida Falcón, nos va contando su historia inexorablemente unida a la de su madre, en la Venezuela contemporánea.

La novela comienza con Adelaida en el velatorio y el entierro de su madre, sin que apenas un puñado de personas la acompañe en semejante trance. al entierro va sola. Así es como han pasado la vida. Siempre han estado solas y juntas salvo las ocasiones en que iban a ver a sus tías mellizas, Amelia y Clara, una gorda y otra delgadísima, a la pensión de las Falcón. Precisamente es de allí de donde vienen tantos buenos recuerdos de infancia de Adelaida. A los pocos días de la muerte de su madre, su casa es ocupada por un grupo de mujeres chavistas y cuando llama a casa de su vecina Aurora Peralta, a quien todos llaman «la hija de la española», en busca de ayuda y descubre que ha muerto y que tiene visado para volver a España. Su mundo se derrumba a su alrededor.

La hija de la española es una novela donde nos cuentan la terrible vida de una mujer en la Venezuela de Maduro (a quien en ningún momento se menciona). Un país que era rico, al que emigraron muchos españoles en busca de otra vida y en el que ahora, como vemos cada día en el telediario, no hay comida, ni medicinas, ni esperanza, ni paz. Una Venezuela ocupada por los Hijos de la Revolución que campan a sus anchas por la ciudad ocultos tras máscaras aterrorizando a toda la población. Es una novela que habla de cómo los totalitarismos destruyen a la persona no solo física si no también psíquicamente. Me ha impactado la simbólica destrucción de sus libros:
”La gente enfermaba y moría tan rápido como perdía el juicio”.
Por supuesto, en esta novela hay mucho de la propia autora, exiliada en Madrid y que no podría volver ahora a Venezuela porque ya no es el país que recuerda. Porque básicamente trata del desarraigo. Por una parte los españoles que fueron allí y se convirtieron en venezolanos sin mirar nunca atrás. Por otra parte los venezolanos que se ven obligados a huir de un país casi en guerra al que aman. Adelaida es todos ellos, si no se va del país sabe que morirá, pero no se decide a irse porque su madre le enseñó que tu lugar está donde enterraste a tus muertos, y su madre está enterrada en Venezuela.

También es una historia de mujeres. Sobre su padre se habla poco y sobre su novio casi menos. Los hombres tienen muy poco peso en esta historia. La construcción de personajes se basa en un mundo de mujeres fuertes, dueñas de su vida, que luchan por sobrevivir en una Venezuela ocupada por la violencia, y lo hacen muy bien. Los hombres aparecen como seres débiles, prácticamente inexistentes en este universo femenino. La autora cuenta que la madre es la alegoría del país que la protagonista deja atrás. En definitiva, nos describe un país matriarcal.

La prosa de Sainz Borgo es elegante y ajustada a cada registro. Contada en pasado, va combinando el tiempo presente de las torturas a un periodista crítico con el régimen, de la violencia en la calle, con un pasado mejor, melancólico, de tardes de verano bajo el árbol de las tías, de helados con su madre por las calles de Caracas.

Debo reconocer que el final para mí fue absolutamente abrupto, porque e esperaba una segunda parte, una segunda vida para Adelaida.«La hija de la española» es una novela con una trama intrigante creada para mostrar el estado de la Venezuela actual y de cómo las personas somos capaces de reinventarnos y de luchar por salvar nuestra vida y nuestra esperanza.
“Vivir, un milagro que aún no llego a entender y que muerde con la dentellada de la culpa. Sobrevivir es parte del horror que viaja con quien escapa. Una alimaña que busca derrotarnos cuando nos encuentra sanos, para hacernos saber que alguien merecía más que tú seguir con vida”.
Enlace: HTTP://CITAENLAGLORIETA.COM

Es una novela ambientada en una Venezuela en crisis, donde la violencia del régimen impera y no permite vivir a la población en paz a no ser que seas parte de dicho régimen.

Adelaida está atravesando uno de los peores momentos de su vida, su madre acaba de fallecer, sólo se tenían la una a la otra y Adelaida se siente perdida y sola.
La situación del país no la ayuda a sentirse mejor, no se le permite salir adelante, todo son complicaciones y penurias, hasta que un golpe del destino le pondrá ante sus narices una manera de poder huir del horror.

La narración es en primera persona, contada por Adelaida. Nos mostrará su angustia, sus dudas, sus miedos, todo ello de una manera directa y sencilla.

Toda la obra es dramática, las situaciones por las que atraviesa son duras e intensas pero sorprendentemente, a medida que el lector avanza en la trama, todo el dramatismo tiene un halo de esperanza que atrapa y hace que sigas leyendo.

Nos encontramos ante una historia que hará plantearse al lector su forma de actuar, si se encontrase en la misma situación que Adelaida.

La historia atrapa y, gracias a su lenguaje sencillo y directo, logra que disfrutes mucho de la trama y te metas en cada acontecimiento que le ocurre a Adelaida.

Como punto negativo, considero que el final ocurre de una manera muy precipitada y abrupta. Creo que se toma demasiado tiempo poniendo al lector en situación y describiendo Venezuela, pero cuando realmente llega lo importante de la trama y su manera de lograrlo, la autora lo narra muy por encima y el libro concluye de tal manera que a mí por lo menos me ha dejado con un sabor agridulce y un tanto decepcionada.

He de reconocer que el comienzo de la novela me impactó mucho. La autora es capaz de transmitir la sensación de desasosiego y soledad que la protagonista siente ante la muerte de su madre. Me pareció una experiencia muy real, que acerca al lector a la vida de Adelaida. Sin embargo, es a partir de este suceso cuando la historia va perdiendo fuerza, pues tienen lugar numerosas situaciones y acontecimientos que no encajan, y que no tienen relación aparente. En general, la trama me ha parecido muy floja y simple, pues solo contamos con una protagonista a la que le sucede todo y que parece resolver todos sus problemas por golpes de suerte.
Si he de ser completamente sincera, para mí lo más interesante del libro es que se desarrolla en Venezuela, un país que actualmente está viviendo una situación muy convulsa. A raíz de esto, y sin que me malinterpretéis, creo que es un libro que ha llegado en el momento "adecuado". Durante toda la lectura tenía la sensación de que la historia estaba escrita con urgencia, y no puedo dejar de pensar que estamos ante un producto del marketing y del oportunismo.

Lo más positivo del libro es que retrata a la perfección el miedo y la angustia ante lo desconocido, ante la violencia y las injusticias que se desatan en las calle del país. Creo que podría ser un buen libro para conocer más de cerca cuál es la situación actual de Venezuela. Además, es una historia bastante fácil de leer, gracias a sus capítulos cortos y a sus apenas doscientas páginas. También se tratan temas muy interesantes como la supervivencia, las relaciones madre-hija, la identidad, las raíces o la lucha social. Otra cosa a destacar es el estilo narrativo de la autora, que me ha parecido muy bonito, incluso a veces casi poético.

En general, creo que se le podría haber sacado mucho más partido a esta historia, principalmente elaborando una trama y unos personajes más complejos.
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