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Con motivo del décimo aniversario de la autoliberación de Natascha Kampusch de manos de su secuestrador me decidí a leer su historia. Sentía curiosidad por saber de sus propios labios lo que sintió, lo que vivió, lo que de verdad le pasó y me dejó impactada y tremendamente horrorizada.

Creo que no hay suficientes palabras para describir lo que tuvo que sufrir en sus carnes y en su psique esta niña de solo diez años cuando un ser desalmado, cruel, ruin, ¿enfermo?, o lleno de maldad simplemente, se la llevó porque sí el primer día en que iba sola al colegio reteniéndola durante más de ocho años en un zulo inmundo sometida a toda clase de maltratos físicos, psicológicos y demás abusos (que no describe para salvaguardar su intimidad). No entiendo como alguien puede hacerle eso a una pequeña indefensa, es incomprensible. le robó su infancia, su adolescencia. ¿Por qué?. ¿Para qué?. Es espeluznante.

En el libro Natascha nos cuenta su vida desde que nace hasta poco después de su autoliberación. Es la historia de una niña inocente sobre la terrible crueldad humana, la voz de una mujer con la suficiente fortaleza mental para soportar y superar las situaciones más extremas y gritar al mundo su verdad a su manera y según sus propias reglas.