Theodor Kallifatides está en un momento de estancamiento. Sus cuarenta años en Suecia le han alejado de su Grecia y de su espíritu helénico mucho más de lo que querría reconocer. Ahora que llega el momento de la jubilación, si es que eso existe para un escritor, decide vender su estudio en Estocolmo y volver sobre sus huellas. Es un ensayo sobre la memoria y el desarraigo, sobre cómo nuestra percepción nos engaña sin poder evitarlo. A veces un poco caótico, la mayor parte del libro me ha parecido muy logrado. Poético a ratos, crítico también. "Grecia había cambiado sin preguntarme" |