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No sabía bien qué esperarme de este libro salvo que quería algo fresco y ameno con toques de humor, y la verdad es que así ha sido exactamente. al principio me costó un poco hacerme a la pluma de la autora, todo está contado de una maner muy coloquial e informal y es justamente lo que le pega a esta historia llena de disparates, pero al no ser un estilo que suela leer a menudo me pilló un poco desprevenida y pensaba que este libro no iba a ser para mí. Pero lejos de esa idea, pocas páginas más adelante comencé a disfrutar de verdad de esta disparatada aventura llena de zombies. Todos los personajes tienen un algo que hace que les cojas cariño, incluso a los que empiezas odiando. La madre de Ana ha sido una completa locura de personaje, tan pronto como salía de un lío, ya se veía envuelta en otro alboroto, mientras que Ana trata de ser la voz de la sabiduría, por llamarlo de alguna manera. Los zombies me han parecido una pasada, para nada lo que uno puede estar acostumbrado en las historias que son protagonistas. El humor es realmente absurdo y fácil, y la mayoría de veces hacía que me llevara las manos a la cabeza por las locuras que sucedían, pero justamente en ese completo sinsentido es donde está la gracia y me ha echo soltar carcajadas con muchas perlas que, normalmente, soltaba o hacía la madre de Ana. Ha sido una historia refrescante y divertida, perfecta para esta época del año o para salir de un bloqueo lector. Las páginas parecen volar y, tan pronto lo has empezado, ya llegas a su última página y piensas que ya te gustaría saber más de sus personajes. |
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