La metamorfosis

El ingenio de Kafka no parece tener límite alguno. Si bien esta es una obra corta, contando con que en esta edición en concreto las primeras veintiocho páginas comprenden un prólogo muy completo, contiene una reflexión profunda en él. Es curioso como de ser el único que traía dinero a casa y mantenía a su familia, Samsa pase a depender de sus padres y hermana.

El argumento es muy original, y está tratado con cuidado por el autor, despejándonos las dudas que pueden ir surgiendo, muy sutilmente. Kafka nos va describiendo la nueva vida de Samsa, y en ningún momento cabe la esperanza de un nuevo cambio, a la vida anterior. Esto llama bastante la atención, porque a lo largo de toda la lectura he tenido esa esperanza, pero no era alentada por la narración. Tampoco las descripciones tanto del Gregor hombre como el insecto hacen que cojas cariño al personaje. Entonces, ¿de dónde salen esas ganas de que el protagonista vuelva a su estado natural? Quizá sea lo antinatural de la situación, la empatía del lector, lo que impulsa a sentirse así.

Además de Gregor, aparecen otros personajes, secundarios, pero con su importancia en la historia: los padres de este y su hermana. Hasta ahora habían vivido del trabajo de Gregor, pero ahora que obviamente no puede trabajar, se encuentran en una situación peliaguda. Además, no creen que Gregor los entienda, ya que ellos no lo entienden a él.

Todos los personajes van evolucionando a lo largo de esta breve novela, ya que sus vidas cambian desde un principio. Esta evolución no siempre es la mejor, ni para ellos ni para los demás, pero es lógica. Que esta novela tenga tintes fantásticos no significa que tenga que parecer irreal, y eso es de agradecer.

Este libro es considerado un clásico fundamental de la literatura universal, y su lectura es conveniente, a la par que entretenida.