El pasaje

Cuando leí la sinopsis de este libro, inmediatamente pensé “Lo quiero leer ya”. Trata, en resumidas cuentas, de una pandemia de vampiros. Seguimos a un gran grupo de personajes, desde los involucrados en la “creación” del virus, hasta quienes lo expanden y quienes viven con el virus años después de que el caos comenzara. Y también conocemos la historia a una niña que se convertirá en un punto central de la trama.

Casi todas las cosas que amaría discutir de este libro en minuciosos detalles son spoilers. Es un tomo de mil páginas, y pasan muchas cosas. El inicio es un poco introductorio, pero funciona bien para presentar personajes y mostrar la transición del mundo como lo conocemos a un mundo postapocalíptico. Algo que muchas veces me molesta de este tipo de libros es como las cosas cambian de la noche a la mañana, sin muchas explicaciones. Justin Cronin, en cambio, hace muy bien en desarrollar su mundo, partiendo de nuestra realidad y luego poco a poco metiéndonos en este Estados Unidos desolado y peligroso.

El autor no solo es bueno describiendo su mundo, sino que además hace un excelente trabajo con los personajes. Hay muchísimos personajes a los que llegamos a conocer en bastante profundidad a lo largo de la novela, y los “protagonistas” y narradores cambian todo el tiempo. Muchas veces cambian porque los mata. El autor no se contiene a la hora de hacer que la brutalidad de este mundo alcance a casi todos sus personajes de alguna manera u otra, y eso hace que temas realmente por el bienestar de tus favoritos. Creo que no lloré en ningún punto porque el ritmo trepidante de los acontecimientos no dejaba mucho lugar a la reflexión, pero me dejó anonadada más de una vez y con ganas de chillar rodando en mi cama. Meses después sigo teniendo muy vívidas en mi cabeza ciertas escenas, ciertos personajes y los lugares en donde todo se desarrolla.

Como decía, de la trama no puedo comentar mucho porque todo me parece spoiler. Yo empecé el libro sin saber casi nada de él y dejé que me sorprendiera con cada giro, así que espero que la idea de una epidemia de vampiros les resulte tan intrigante como a mí y se lancen a la maravillosa locura que crea este autor. Lo que sí puedo recalcar es que no me pareció innecesariamente lento en ningún momento. Sí, el libro es muy largo, y estoy segura de que hay quienes van a considerar el estilo del autor algo denso, pero para mí solo es descriptivo cuando necesita serlo y además supo mantenerme intrigada porque siempre pasan cosas. Incluso cuando no estamos en una trepidante escena de acción, hay nuevos personajes que conocer, misterios que resolver y lugares nuevos que explorar.

En conclusión, El pasaje es una novela muy interesante, con una premisa intrigante que cumple con lo que promete, un excelente desarrollo del mundo y de los personajes, una trama entretenida y un estilo de escritura descriptivo y cuidado. Les recomiendo totalmente que se animen con este tomo que se va directo a mis favoritos del año.

La gente no puede parar quieta. Por eso, en nombre de la ciencia, el poder y el control, un virus de extraño origen acaba transformando la genética de la raza humana y, con su descontrol, la convierte en una especie en extinción. En medio del fin del mundo, una niña brilla como la inexplicable salvación rodeada de una plaga de vampiros primitivos y unos supervivientes que han de luchar contra el salvajismo fuera y dentro de ellos.

Pesa como un ladrillo y tiene la letra enana de esa que te dan ganas de usar el susodicho como pata de una mesa. Aparte de las incomodidades físicas, es duro de roer. Tiene la lentitud y la minuciosidad exhaustiva de la típica novela de la América profunda. Para que nos entendamos, una mezcla de Stephen King y Cormac McCarthy. ¿La he quemado sin leerla? Oh, no. La narración es deliciosamente veraz, psicológicamente hipnótica y sorprendentemente brutal.

Deteniéndose en todo detalle, desde el personaje que va a morir en tres párrafos hasta el paisaje de un mundo que sufrirá el apocalipsis, Justin Cronin planta una semilla de desasosiego que no puedes eludir. Cuando crees que ya sabes de qué va la historia, te cruza la cara de un sopapo y la semilla se ha multiplicado en tu interior. Tienes que leer porque el horror a veces es tan grande como la destrucción de la raza humana, a veces tan pequeño como una frase de cuatro palabras.

Más o menos hasta la mitad del libro, la novela experimenta varios cambios bruscos de escenario. La propia trama se reinventa de forma tan violenta que te deja mareada. Eso es un gran punto positivo. Sin embargo, la segunda mitad, aunque no exenta de profundidad y trabajo constructivo, se ralentiza. Parece que ahonda tanto en los nuevos personajes y su situación post-apocalíptica que nunca va a suceder nada importante de nuevo. Mal pensado. Cuando retoma el desasosiego, renace la acción, y con ella la gran tragedia que es toda la novela.


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Un científico descubre una sustancia milagrosa que permita aumentar la esperanza de vida de la humanidad y acabar con la mayoría de las enfermedades. al menos, eso es lo que él cree. Se equivoca. Ningún ser humano sale vivo de la expedición. Los que sobreviven ya no son seres humanos, son seres monstruosos En un período de tiempo corto, desatan el caos y la destrucción. No muy lejos de allí, Amy, una niña huérfana. es una niña muy especial: eso lo saben los virales sedientos de sangre que la persiguen.
Se lee rápido pero le sobran muchas paginas

Me ha gustado mucho, es una historia postapocaliptica genial, los personajes son fantásticos, la trama está muy bien planteada y, en general, es un libro muy entretenido, la única pega es que me ha parecido demasiado largo y, en ocasiones, aburrido, con unas cientos de páginas menos hubiera sido perfecto. Seguiré con la saga 😊
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