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Cercano y de una lectura apacible y sencilla. Muy real, sus acontecimientos son familiares ya que el relato se basa en una circunstancia muy conocida por mi generación, quizás más en otro periodo histórico de nuestro país. Nos descubre pausadamente que sintieron aquellos que forzados debieron de interrumpir sus vidas para volver a empezar en otro continente lejano y sabiendo que significaba el fin del contacto, de sus costumbres, de su identidad hasta ese momento.
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