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Una vez más, Mari Jungstedt no me ha defraudado. La historia gira en torno a la venta de una granja construida en el siglo XVII. Tres hermanos son los herederos de la misma (Daniel, Julia y Maria), pero Julia no quiere venderla, pues vive y trabaja allí, y para ella tiene un fuerte valor sentimental este lugar. A pesar de ello, los hermanos deciden contratar los servicios de la agente inmobiliaria Sanna Widding, quien aparece asesinada en un pantano el día después de visitar la granja. Además, no solo era la encargada de gestionar la venta de dicho inmueble, sino que en dicho lugar aparece una nota escrita a mano. Entonces… ¿están relacionadas la muerte de Sanna y la venta de la granja? A partir de este momento entran en juego Anders Knutas y Karin Jacobsson, comisario y agente encargados de las investigaciones en la zona. Como era de esperar, esta no será la única muerte; el asesino o asesina no descansa. Junto a esta trama principal también encontramos la historia paralela de Knutas y Karin, quienes nos acompañan a los lectores de la autora desde su primera novela. Estas historias de los personajes permanentes me gustan especialmente, pues nos permite ver cómo van evolucionando en todos los sentidos. Aunque, como digo, existen personajes e historias que se desarrollan desde el principio, esto no es un obstáculo para leer cualquier novela de forma independiente, pues la autora incluye breves referencias que nos sitúan y nos permiten conocer a los personajes y el desarrollo de sus vidas en novelas anteriores. En lo relativo a los personajes, como suele suceder, he empatizado más con unos que con otros. de entre todos los de la trama principal, me ha simpatizado especialmente Julia, una mujer que sabe lo que quiere y que no se amilana fácilmente. de los personajes estables en la serie tengo que destacar, como siempre, a Karin. Me encanta esta agente de la policía y su forma de actuar. En cuanto a la estructura, la novela está dividida en capítulos muy cortos, lo que hace que te enganche y que se lea sin apenas darte cuenta. Además, la autora incorpora la analepsis al dar saltos a hechos sucedidos hace veinticinco años y que, progresivamente, se van acercando al momento en el que se desarrolla la novela. En definitiva, es una novela muy recomendable y que está a la altura de otras de autores mucho más renombrados. |
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