Cuarta entrega de la saga protagonizada por el comisario Anders Knutas y el periodista Johan Berg. Se trata de una trama bien construida, narrada en capítulos que, alternativamente se refieren a lo que pasa con las víctimas, el asesino, y los distintos personajes que ya conocemos de las otras novelas de la serie. Con muchas referencias al arte, y a famosos pintores suecos, - que, en algunos tramos lentifica la lectura - , asistimos a una interesante investigación cuyo punto de partida es el asesinato del dueño de una galería de arte, y la aparición de su cadáver colgado de una de las puertas de la antigua muralla de la ciudad. Buena opción de lectura que, quienes hayan leído las novelas anteriores, seguramente disfrutarán. |