La vuelta al mundo en ochenta días

La vuelta al mundo en 80 días fue publicada en 1873 y aunque no hayas leído esta novela, estoy segurísima de que sabes perfectamente de qué va la historia.
Julio Verne nos cuenta cómo un auténtico gentleman de los pies a la cabeza, se encuentra, de repente, dando la vuelta al mundo, y por si fuera poco le añade cierta dificultad al asunto, dar la vuelta al mundo en tan solo 80 días. Ni un día más ni un día menos. Nuestro famoso protagonista, Phileas Fogg, con quien descubrimos de pequeños, a través de una fantástica serie ochentera, lo maravilloso que es viajar y conocer cada rincón de la Tierra, se presenta en esta obra como un hombre frío y calculador; al contrario a lo que estamos acostumbrados en la serie de dibujos. Esto demuestra la necesidad de adaptación al público infantil, que por cierto, nuestro querido personaje Tico es original de la serie; no lo verás aparecer en este libro, al igual que algún que otro personaje. del mismo modo, se adaptó los nombres de la princesa Romy y el mayordomo Rigodón, cuyos nombres originales son Aouda y Passepartout (Picaporte) respectivamente.

Llama la atención la frialdad de Mister Fogg a lo largo de todo el viaje, caracterizándose de ser meticuloso, querer tenerlo todo bajo control y organizado a la perfección según el horario indicado. No sorprende encontrarlo siempre a la misma hora en el Reform Club jugando al whist con otros miembros del club, que no amigos pero siempre con los mismos. Si, el británico Fogg es un hombre solitario que no necesita la compañía de nadie para disfrutar de la vida; tan solo a su mayordomo y que sus rutinas no se vean afectadas por los imprevistos. Pero gracias a la apuesta que surgió durante su último encuentro en la partida de whist, Mister Fogg va a iniciar una aventura alrededor del mundo donde mostrará algún que otro sentimiento pero siempre bajo la frialdad que le representa.

Tras arriesgar todos sus ahorros, 20.000 libras, se sumerge en un viaje acompañado de su nuevo mayordomo, Picaporte. Éste, sorprendido de tal aventura que en un principio duda de su veracidad, sigue a su amo allá a dónde vaya, cumpliendo a rajatabla cada rutina descrita por Mister Fogg. Tanto uno como otro, se verán envueltos en un delito que descolocará sus planes de horarios, siendo perseguidos por el inspector de policía, Fix. Poco se sabe de este personaje, al igual que de la princesa Aouda, que se mantiene bastante callada en todo el viaje; sin embargo, tendrá un papel importante en la vida de Phileas Fogg.

Aunque el personaje principal es Mister Fogg, en el que se destaca la facilidad de conseguir lo que quiere a costa de dinero, puesto que no tiene problemas económicos, por el momento; como lectora de esta historia de aventuras, el personaje secundario, Picaporte, es, para mi, el protagonista de todo el viaje. Él, y solo él, a pesar de cumplir las órdenes comandadas por Phileas Fogg, es al final quien se encarga de todos los trapos sucios, por decirlo de alguna manera, que surgen en cada uno de los viajes.
La vuelta al mundo en 80 días, no es solo una muestra de los avances tecnológicos que ha alcanzado el hombre y que, en este caso, se traducen en la capacidad de dominar el tiempo; aspecto claro que su autor ha querido reflejar en esta colección de 'Viajes extraordinarios'. También, si somos observadores, nos damos cuenta de lo que el poder puede hacer con un chasquido de dedos. Mister Fogg, al igual que hoy en día, se permite disfrutar de todo lo que se le antoje cueste lo que cueste; eso sí, solo si su itinerario no se ve afectado. Sin embargo, como os he ido avanzando, poco a poco, pero no por completo, esta actitud va a ir cambiando a medida que avanzan los hechos.

La lectura de este clásico, es muy ágil; en contra, echo de menos más diálogos, puesto que se centra mucho en la descripción geográfica -que no eliminaría, ya que te ayuda a situarte en la escena-, pero los pocos diálogos que aparecen, se aprecian y se disfrutan como un niño pequeño. Por eso, un poquito más de conversaciones no le habrían venido nada mal a esta historia.

Otra curiosidad a destacar. No he podido evitar ver la película de la vuelta al mundo en 80 días, pero la de 1956, tras leer la novela. Si estás dispuesto o dispuesta a verla, te recomiendo que le dediques un buen tiempo a verla de principio a fin y de una sola tacada, ya que tiene una duración de 178 minutos. Creo que merece la pena ver esta producción que, al menos a mi, me sacó unas cuantas risas gracias al 'francés' Picaporte. Si aun no estás convencido o convencida, te adelanto que ganó 5 Oscars, incluido el Oscar a mejor película, y en el que hay varios cameos que no pasarán desapercibidos. Cierto es, aun siguiendo la misma línea de la novela, hay varias escenas y detalles que no aparecen en la novela o bien han sufrido una pequeña modificación, pero el resutlado en general es excelente.

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