Cuando era niña veía este libro en la biblioteca de mi papá y me llamaba mucho la atención su nombre haciendo referencia a un juego de la infancia que estaba acostumbrada a jugar con mis amigas. Pero no me dejaba leerlo, mi papá me dijo que podría leerlo cuando fuera más grande y lo puso muy alto en su biblioteca. Igual hubo una edad en la que me animé a transgredir esa regla y ya no me importó la prohibición. Lo leí muy joven y ya no recuerdo la edad, y me marcó para siempre. París sus protagonistas me marcaron para siempre. Detestaba a Oliveira y quería ser como La Maga aunque estaba llena de contradicciones y absurdos. Después cuando fui a la universidad y volví a leer este libro ya no fue la misma sensación de la adolescencia. Y dejó de ser mi libro preferido. Por eso creo que hay un libro para cada momento de la vida y luego deja de serlo. |