No es la primera vez que leo a Dahl y, como siempre, me ha gustado mucho, aunque sea un cuento, siempre hay más de lo que parece. En este caso el ingenio del Señor Hoppy no conoce límites para conseguir su objetivo, si bien he de decir que no coincido con su forma de hacer las cosas, pero la historia es muy curiosa. Y no por ser un cuento es algo para niños pequeños, la historia es muy buena y se lee en un ratito. Lo recomiendo para leerlo solos o para leerlo a vuestros niños.
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