Atrapado

Lucía Gorostiola ha sido secuestrada cuando se dirigía a sus clases en la Universidad de Deusto. Pero Lucía no es una joven normal: es hija de Gorostiola, uno de los grandes capos de la droga de Bilbao. ¿A qué idiota se le ha podido ocurrir secuestrar a la hija de Gorostiola? ¿No sabían quién era? ¿No sabían que su padre iba a reclamar venganza y que estas cosas sólo se vengan con sangre? ¿O es que el motivo del secuestro es, precisamente, atacar al padre?

Gorostiola cree que la respuesta es la última: se trata de un ataque directo contra él mismo y está convencido de que proviene de Bujanda, su principal competidor en esos oscuros negocios. Pero lo primero es lo primero: rescatar a Lucía, la venganza vendrá después

Como Gorostiola no confía en la Ertzaintza para resolver un caso de este tipo, decide encargar la investigación a Garrincha. Garrincha no es un detective, ni un policía retirado, ni nada similar. Garrincha se dedicaba a lo mismo que todos los implicados: a vender droga. Pero está ya retirado, se mueve con facilidad en estos ambientes, conoce a todo el mundo y es listo; Gorostiola cree que es el mejor para llevar a buen término un asunto tan complicado como éste.

Fui hace un par de meses a la presentación por parte de Erein de las tres últimas novelas de la colección Cosecha Roja. Las tres me llamaron la atención y tengo ganas de hacer pronto hueco a las otras dos (entre ellas, una de Javier Abasolo, autor del que ya he leído varias novelas que me gustaron mucho). Pero “Atrapado” es la que más me llamó de las tres y por eso fue la primera que elegí. Lo que no sabía es quién era el autor. O, mejor dicho, no identificaba a Juan Infante con @infantenoir. He interactuado muchas veces en Twitter con este tal infantenoir al que conocía como apasionado de la novela negra (como yo). Y una vez leí en su perfil que había escrito algún libro pero, no sé por qué, no lo identifiqué con su nombre real. No fue hasta que publiqué una foto de la presentación en las redes y él me dijo que era una pena que no hubiésemos podido hablar, cuando me di cuenta de quién era en realidad. A partir de entonces mis ganas de leer la novela aumentaron aún más; sentía mucha curiosidad por saber qué tenía que decir alguien tan experto en novela negra. Ya os adelanto que tiene mucho que decir y todo bueno.

La novela comienza muy bien. Ya desde el principio se mete en harina, planteando la cuestión principal y presentándonos a unos personajes que, ya se vislumbra, van a dar mucho juego. Especialmente Garrincha, del que luego os hablaré más en profundidad porque es, probablemente, el pilar de la novela y lo que la hace especial y diferente.

La historia transcurre en un período limitado de tiempo: unas semanas, creo que no llega a un mes y en un lugar muy concreto: Bilbao (aunque hay alguna escena en otros sitios). Bilbao con muchos de sus rincones se convierte en uno de los protagonistas de la novela. Algo que, personalmente, me ha gustado por el hecho de conocer (aunque no bien) la ciudad. Creo que la ambientación espacial está muy bien conseguida. Infante nos presenta un Bilbao atractivo, con muchos rincones dignos de visitar, pero también un Bilbao oscuro del que no se habla: el Bilbao de la droga y de la pequeña mafia del narcotráfico. Con descripciones precisas, que no enlentencen la acción sino que la completan, el escenario resulta de lo más atractivo.

Garrincha, Tomás Garrincha, se mueve en ese Bilbao como pez en el agua. Conoce el Bilbao que se ve y el que no se ve; está retirado de ese mundo oscuro de la droga y se dedica a vivir la vida como si de un jubilado rico se tratara (a pesar de no tener la edad pero sí el dinero suficiente para hacerlo). Es un personaje de contrastes, no completamente malo a pesar de a lo que se ha dedicado toda la vida y de lo que va a hacer en esta historia -no todo digno de aplauso- pero también con cosas que te resultan atractivas. Es un vivales: caradura, irónico, malote, desvergonzado, mujeriego…, se las sabe todas y sabe salir con bien de cualquier situación por mal que pinte. Es el “alma mater” de la historia, sin ninguna duda. Además de protagonista, también es el narrador de buena parte de la novela. En primera persona nos irá contando su particular investigación y así, de su parte, sabremos la parte más oscura de ésta. Luego tenemos también un narrador omnisciente que a veces nos cuenta lo que hace la Ertzaintza y otras lo que hacen los otros personajes (Gorostiola, Lucía, los secuestradores…) Con ello Infante consigue dar una visión completísima de todo el asunto y, al mismo tiempo, acercarnos la figura de Garrincha.

Hay una parte policíaca en esta novela aunque resulta un tanto secundaria. Dos ertzainas van a realizar la investigación oficial. Pregunté al autor y me dijo que ambos salían en otras novelas que había escrito. No penséis con ello que “Atrapado” pertenece a una serie porque no; aunque sí que es cierto que Garrincha ha gustado tanto al autor (y a los lectores) que Juan ha pensado darle continuidad y, de este modo, esta novela sí que podría pertenecer a una especie de serie; pero, en ese caso, sería la primera así que tenéis la ocasión perfecta para poder empezar por el principio.

La investigación policial va al alimón de la extraoficial realizada por Garrincha -que es la principal- y nos permite ver las constricciones que el trabajo policial tiene, los límites de su actuación, la forma en la que trabajan… Que no tiene nada que ver con la de Garrincha ni puede llegar a los mismos sitios.

El estilo de Juan Infante me ha conquistado completamente. “Atrapado” es una buena novela, bien escrita, con una trama interesante y un protagonista muy potente. Una novela muy entretenida y fácil de leer, que nos presenta la cara más oscura de Bilbao aderezada con toques de humor irónico y mordaz aquí y allá que le dan un encanto tremendo


Conclusión final

Sin duda, este autor ha sido un descubrimiento. Leeré mas cosas suyas y, si Garrincha vuelve a aparecer en más ocasiones, allí estaré yo para seguir sus andanzas.


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Lucía tiene veinte años y un futuro prometedor en Bilbao. Estudia Derecho en Deusto y su padre es toda una autoridad en la zona. No en vano, Gorostiola es uno de los grandes capos del narcotráfico en el País Vasco, pero todo se complicará en esta familia cuando una mañana, mientras la joven se encuentra en las inmediaciones de la Universidad, es raptada. Los oscuros negocios de su padre hacen presagiar un caso complicado y apuntan desde el primer momento a Bujanda, su rival en el negocio la droga. La gravedad de la situación hará que Gorostiola solicite rápidamente a Garrincha, un antiguo compañero de andanzas y en la actualidad retirado del negocio, que interceda ante Bujanda para la liberación de Lucía. Pero, ¿dónde está Lucía? ¿Puede ser Bujanda tan descerebrado como para secuestrar a la hija de uno de los mayores narcotraficantes del país? Tanto si es él como si no, hay que ser muy inconsciente para involucrarse en este rapto. O quizá el responsable no sabe quién es el padre de la chica. Lo que está claro es que se ha metido en la boca del lobo y tendrá que atenerse a las consecuencias.

Con este arranque de vértigo Juan Infante da inicio a una novela muy negra, que transcurre en un corto espacio temporal (poco más de un mes) y en la que la ciudad de Bilbao y sus numerosos rincones compartirán protagonismo con resto de personajes. Una ciudad brumosa en la que el otoño avanza frío y húmedo al tiempo que Garrincha, el protagonista principal de esta historia, tratará de ganarle terreno a la Ertzaintza en la investigación y rescatar a Lucía.

Hay novelas que no serían nada sin determinados personajes. Y algo así ocurre en esta ocasión. Tomás Garrincha es el alma de la historia y será él en primera persona la voz narrativa predominante y el que nos relate este misterioso secuestro. Su socarronería y la ironía con la que salpica infinidad de pasajes de la novela, arrancando las carcajadas del lector, es uno de los pluses de la lectura. Él es un hombre templado, inteligente, mordaz, juerguista, irónico, mujeriego empedernido y aunque tiene un currículum delictivo impresionante es tan bueno en lo suyo que nadie ha logrado echarle el guante. En el otro extremo tenemos a dos miembros de la Ertzaintza, que a su vez protagonizarán una subtrama de lo más interesante y de los que conoceremos a través de un narrador ominisciente: Sara Cohen y Miguel Fabretti.

Atrapado, como reza el título, está Garrincha ante la petición de su antiguo colega. Se encuentra entre la espada y la pared porque ya hace un año que está retirado, y la verdad es que vive de lujo. Con el bolsillo repleto, tiempo libre, una mujer que lo adora y sin problemas con la justicia, sus días transcurren entre su pesca en la ría y su vida con Teresa. Pero Garrincha es un hombre leal con los suyos y sabe que debe echar una mano aunque sea la última vez. Y no penséis que os he contado mucho de la historia porque lo que os detallo ocupa apenas las primeras páginas del libro. A partir de aquí habrá que ir tirando del hilo para llegar al fin del secuestro. Y os aseguro que os aguardan un montón de sorpresas.

Tres son, desde mi punto de vista, las bazas con las que juega el autor para enriquecer la novela: la magnífica ambientación, en la que el lector se ve transportado hasta esa ciudad del norte, caminando por su ría, por los múltiples lugares de interés o degustando platos de su gastronomía local; la fuerza de su personaje principal, un hombre que aporta mucho juego a la trama, descargando la tensión de la investigación para introducir pinceladas de buen humor; y el buen planteamiento y desarrollo de los entresijos de la investigación que se lleva a cabo. Un rasgo que denota un gran conocimiento del autor sobre este particular o en otro caso, una ardua labor de documentación previa a la novela.

En definitiva, a los que somos asiduos al género negro cada vez necesitamos lecturas más convincentes; esas que marcan la diferencia ya sea por la garra de sus personajes, por el escenario o por la forma de abordar la historia. Atrapado tiene un poco de todo esto, pero sobre todo tiene a Garrincha, un narrador de excepción, un antiguo capo del narcotráfico que se erigirá como inusual investigador privado, derramando su punzante ironía en relato que nos deparará muchas sorpresas, giros insospechados y momentos realmente divertidos.
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