Carmilla

Carmilla es el arquetipo de la sensualidad volcada en el vampirismo.
Como obra representativa de la más alta tradición eslava del universal mito de los muertos vivientes, encarnación del terror que generaban las epidemias, llevado a una cota sublime en la literatura, es una muy buena y bien argumentada historia.
Aderezada con los toques góticos y de romanticismo prevalentes en la época. Constituye, tal como lo menciona Antonio García Angel en su introducción , “ la reina del género vampirico “
Basada claramente en Elizabeth Bathory, incluso ostenta el mismo título de condesa, pero reforzada con la minuciosa investigación acerca del mito, sus causas y consecuencias, introduce un algo de las consideraciones, que ciencia, medicina, y religión hacían al respecto.
Carmilla atrapa, seduce, hipnotiza absorbe, y te hinca el colmillo, para despojarte de ciertos prejuicios sobre algún tema más que el simple mito vampírico.
escrito en forma de una larga epístola, o un corto diario, narra la historia de Laura, una de las múltiples jovencitas subyugadas por el inmenso atractivo que persona y personalidad posee Carmilla, al tiempo que ella va sufriendo el encanto, hechos sobrenaturales y aterradores merman la salud de la población circundante y la suya propia.
Situaciones que después habrán de verse replicadas en el Dracula de Bramm Stocker.
Quien literariamente bebe la sangre de Carmilla para mantenerse vivo por largo tiempo y la eclipsa como el Sol de los vampiros a la luna de su contraparte femenina, que sin embargo sobrevive, mas fuerte, lozana, y atrevida que el Conde Transilvano