Un saco de canicas

Con esta cita comienza la huida de dos hermanos judíos, Maurice y Joseph de 12 y 10 años, desde París a través de la Francia ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial en el año 1942. Esta "aventura" durará alrededor de dos años y medio hasta el fin de la guerra, durante los cuales se sucederán numerosos escenarios que deberán de ir abandonando cuando acecha el peligro. Son los padres de los niños los que deciden estratégicamente que se marchen solos camino de la Francia libre, dónde intentarán reunirse más adelante con sus dos hemanos mayores, Henri y Albert.

He tenido la oportunidad de ver la película que recrea esta novela, escrita por el menor de los hermanos, Joseph Joffo, y, aunque con muchos menos detalles, consigue transmitir lo esencial que reflejan las memorias de "Jo". Sin embargo, en la película se aprecia mucho más el sufrimiento de los adultos y, particularmente de los padres, mientras que durante toda la lectura del libro bajo mi punto de vista, prima la mirada de un niño, sin filtros y esto lo hace único.



Llama la atención cómo entre tanto caos y miedo, a lo largo de los dos años y medio se dan etapas de cierta calma y felicidad en las que el autor se regocija y saborea intensamente. Estos periodos son aquellos en los que se reúne con su familia sobretodo, pero también se observa cuando se encuentra alejado y sólo.

Durante los últimos días lo había olvidado todo, había vivido en medio de mis montañas, lejos de los hombres, con una señora que me contaba hermosas historias, y un granjero que era una buena persona. Pero bruscamente volvía a la realidad y esto me daba un sabor amargo en la boca.


Sin duda, son los actos bondadosos, tanto de los protagonistas como de otras personas que intervienen en la historia, los que más la engrandecen. Son dos niños inocentes y a la vez audaces, que, en ocasiones me han dejado con la boca abierta por el nivel de autosuficiencia a la hora de buscarse la vida y su lucha sin descanso. La figura del hermano mayor, fiel protector y guia del pequeño ha sido mi favorita. Se puede apreciar cómo Maurice es mucho más resolutivo que "Jo" a consecuencia de la edad, de la misma manera que se observa un desarrollo muy acusado en la madurez del pequeño a lo largo del viaje.

Y de repente, he aquí que aquella guerra pensada, hecha por adultos de corbatas siempre muy estrictas, y de medallas siempre más gloriosas, sólo servía a fin de cuentas para empujarme a culatazos a mí, un niño [...] que no había hecho nada, que no conocía a ningún alemán. Esto es lo que mamá había querido decir, y después de todo tenía razón.

El autor nos cuenta su experiencia personal con una autenticidad sobrecogedora. Usa un lenguaje acorde sencillo y cercano, haciéndote sentir como un interlocutor que escucha atentamente su historia sentado en el salón de tu casa. Los hechos, tal y cómo los sintió en su momento, están repletos de verdad. La verdad que los adultos no son capaces de dilucidar, como cuando se trata del sin sentido de lidiar con una guerra.
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En Un Saco de Canicas conoceremos la historia del propio autor, de como a los diez años tuvo que huir junto a su hermano dos años mayor que él de la ocupación nazi en Paris por ser de familia judia.

No suelo leer libros de estas características porque me imagino que va a ser un libro super dramático y lacrimógeno y más si los protagonistas son niños, pero a pesar del drama que supuso toda esa parte de la historia, Joseph Joffo nos cuenta su historia desde la visión inocente de un niño, de una manera poco dramática, incluso con algo de humor y cuenta como en su camino encontro a gente buena que le ayudó en todo momento.

Podremos comprobar también lo absurdo de todo aquello donde eran capaces de mantener detenidos y sometiendo a interrogatorio a dos niños pequeños durante meses solo para averiguar su origen judio.

Un libro recomendado para conocer aquel horrible momento de la historia mundial si no te gustan los libros demasiado dramáticos.

Es un libro tierno pero muy duro a la vez. Cuenta lo que tuvieron que vivir dos niños inocentes. Una novela autobiográfica (en primera persona) contada por el más pequeño Joseph Joffo. Desde la inocencia y visión del niño vivimos las penurias, las aventuras, lo que tuvieron que pasar en la huida de la Alemania nazi.
Una obra que no deja indiferente.

Un saco de canicas narra en primera persona la historia de Joseph y Maurice Joffo, dos niños judíos de 10 y 12 años nacidos en París a los que su padre decide dispersar, como al resto de su familia, cuando los nazis ocupan Francia.
El pequeño Jo es el encargado de recordar, treinta años después aquellos tiempos, cuando desde 1941 a 1944, ambos cruzan el país evitando la persecución nazi.
Aunque está narrado como una aventura, con tintes de humor el tema es muy duro y cruel. Los niños huyen de un lugar a otro, deben trabajar, pasan hambre y frío pero adquieren el don de la supervivencia y de la astucia, que los salvará en numerosas ocasiones.
También encuentran buenas personas en su camino, gente dispuesta a tender una mano y a ayudar, aún sabiendo que “quien ayuda a un judío corre la misma suerte que él”
El fin de la guerra marca el regreso de los hermanos a casa, a reencontrarse con su familia que ya no será la misma.
Este libro, como tantos que tratan el tema del holocausto judío debería servir para que nunca más sucedan hechos tan terribles.

Este libro nos traslada a París en 1941 invadida por el ejercito nazi.
Esta historia nos habla de dos hermanos, Maurice de 12 años y Joseph de 10.
Cuando los hermanos mayores han partido a la Francia libre, lo único que puede salvar a los pequeños es huir de allí, por ello su padre decide dividir la familia y mandar a sus hijos pequeños en busca de la libertad.
De primera voz, Joseph nos contará todo lo que transcurrió durante esos años que su hermano y él tuvieron que confiar en desconocidos y batallar contra la SS para sobrevivir a la guerra.
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Esta historia es una autobiografía de la cual se ha hecho una película en la cual se puede ver a parte de la historia de los niños como los adultos vivieron ante el horror de no saber que le había sucedido.

De esta historia tan diferente a lo que he leído de este genero destacaría todas las habilidades que nos van demostrando estos pequeños que son capaces de lograr para poder salir adelante, iremos viendo como crecen y se las ingenian en estos tiempos. Sin duda son una lección de vida maravillosa.
Os recomiendo mucho esta historia cargada de hechos reales en apenas 300 páginas.

Esta me parece una historia muy interesante, muy diferente a lo que tenía en mente al saber que transcurre en el periodo de la segunda guerra mundial. Y este es un motivo de la puntuación que le he dado, no es que sea una obra mala, para nada, pero mis expectativas eran muy diferentes y por eso me descuadro un poco el contenido.
A pesar de esto he de señalar que es una obra muy interesante, narra, en primera persona del autor la situación que tienen que vivir una familia en Francia, específicamente los dos hermanos más jóvenes, Maurice y Joseph.
Como he señalado anteriormente, este no es este libro no encontraras hechos de mucha crueldad, o escenas de campos de concentración. Los resultados de la ocupación nazi son más sutiles o más camuflados, están ahí pero no de forma directa. Este hecho me lleva a considerar esta como una forma de acercar la segunda guerra mundial a jóvenes y niños.
Mediante la voz de Joseph, mediante sus recuerdos veremos como estos niños deben, en varias ocasiones, desplazarse y moverse por una Francia ocupada ellos solos. Como consecuencia, la visión que recibimos es la de unos niños, y con ellos podemos llegar a tener partes divertidas. vemos una evolución en la forma de ver su mundo, sus intereses, y sus juegos. Hasta el punto en el que el autor señala que dejaron de encontrarle la emoción a los juegos que antes tanto disfrutaban.

Creo que esta obra refleja muy bien, desde la visión de un niño, una lucha interna que muchos otros podrían tener en su momento.

Nuevamente, la puntuación se debe a las ideas previas / expectativas que traía antes de leer el libro. Pienso que se merece una relectura en un futuro no muy lejano.

Leí este libro cuando estaba en el colegio y me encantó, pues contaba las peripecias de unos niños judíos, pero desde un tono nada dramático. Es un libro delicioso que recomiendo a todos los adolescentes que quieran acercarse por primera vez a la historia de los niños judíos en la Alemania Nazi.

La huida de dos niños judíos que deben separarse de su familia constantemente. Un libro que da otro enfoque a aquella época. Rápido de leer ya que no tiene gran volumen pero suficiente para hacerse idea de como las guerras arrebatan infancias.

Conocí este libro a través de un libro en secundaria donde ponía un texto y me gustó tanto y pregunté por él que la profesora que tenía me lo regaló. La verdad es que es un libro que me marcó mucho, aunque apenas recuerdo ya que lo leí hace bastantes años atrás. Lo que recuerdo es que era un niño de 9 ó 10 años el protagonista, que se llamaba Joseph Joffo y que vivía en París junto a su familia. Y cuando empezaron a llegar los nazis empezó a extenderse el antisemitismo y le hacían bullying llamándole judío y narizón, pese a ser rubio de ojos azules. El caso es que es una historia muy triste y muy conmovedora, e impresiona que se haga cargo de su hermano pequeño pese a tener tan corta edad. También es muy triste escenas cuando en una granja muchas personas dormían escondidas y luego las encontraban y se las llevaban si la memoria no me falla, y Joseph y su hermano lograban escapar. Se lograron convertir en expertos en supervivencia. Es uno de los mejores libros que he leído

Desde que vi en la biblioteca Un saco de canicas me llamó la atención la historia que encerraban sus páginas, una historia contada en primera persona por el propio autor sobre su infancia en Francia.

Viajamos al pasado, concretamente al París ocupado por los nazis en 1941 y a una modesta peluquería propiedad de la familia Joffo. Sin embargo, no es una peluquería cualquiera ya que sus propietarios son judíos.

El día que el pequeño Joseph y su hermano Maurice van a la escuela con la estrella de David cosida en sus chaquetas, Zeneti, el mejor amigo de Joseph, piensa que es una condecoración pero el resto de compañeros saben que es la marca que distingue a los judíos de quienes no lo son y por ello se convierten en el blanco de sus burlas y palizas.

Cuando llegan a casa magullados sus padres saben que no pueden dilatar por más tiempo su partida y esa misma noche, tras despedirse de ellos, los pequeños se marchan de París cargando con sus zurrones para ir a reunirse con sus hermanos mayores en Menton. Desde ese momento Joseph y Maurice deben sobrevivir solos en un mundo de locos en el que la astucia debe primar por encima de todo.

Tras un largo viaje los pequeños logran reunirse con sus hermanos y, más tarde, con sus padres en Niza. Allí viven tranquilos hasta que la presencia de la Gestapo les obliga a separarse nuevamente.

Por este periplo de huidas, Jo y Maurice van dejando su infancia atrás cuando aún deberían estar jugando a las canicas y no ingeniándoselas sobre cómo cambiar tomates y aceite por otros productos que les permitan comer día a día.

La picaresca, unida a la suerte, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte y de ella se tendrán que valer los hermanos Joffo para superar la investigación de la Gestapo cuando son atrapados en uno de sus intercambios de comida. ¿Lograrán Jo y Maurice salir indemnes de Gestapo? ¿Qué sucede con el resto de la familia? ¿Volverán a reunirse todos juntos?

Lo que más me ha gustado es saber que la historia de Joseph Joffo es real, que el autor es el pequeño que tiene que sobrevivir junto a su hermano Maurice. También la sencillez con la que está escrita y la ausencia de rencor que invita a reflexionar.

Libros sobre la II Guerra Mundial hay muchos pero Un saco de canicas tiene ese halo de cuento en el que siempre ganan los buenos. Un libro muy recomendable que se lee en un par de tardes porque la historia atrapa de principio a fin y no puedes dejar de leer esta historia que, aunque es triste por todas las vivencias que se narran, también tiene su lado positivo y su toque de inocencia.

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