El amante lesbiano

José Luis Sampedro nos invita a un viaje a los recuerdos, un viaje a la infancia.
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Su protagonista empieza a soñar, y ese sueño es tan real que puede oler, sentir y abrazar a todo el que en él aparece. Y es ahí donde tú empiezas a soñar también.
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Y abrazas, abrazas a los seres queridos que ya no están contigo. Aunque no coincidan con la figura del libro. Sus recuerdos los harás propios y recordarás tus propias historias.
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Y besa, besa a los que nunca pensó que pudiera volver a besar.
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Este libro es una oportunidad de hacer realidad un sueño. Contemplar esos ojos o esas manos una vez más. Sentir su tacto, sus besos....¿Que no daríamos por un momento así?
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El amante lesbiano es una bonita oportunidad de dejarte llevar por su lectura y transportarte con ella a tu pasado.
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Lloré, reí, recordé....fue maravilloso. Gracias Sampedro, gracias maestro.

Una obra de calidad que me pareció bella solo en la primera mitad.
Una obra psicoanalítica sobre el verdadero YO sexual; una obra introspectiva, rica, interesante, bien escrita, novedosa. En cambio la segunda parte sobre abunda en descripciones de escenas sado masoquistas.
La trama del libro es original: un cincuentón consulta su cardiólogo y fallece después de la visita. En ese breve lapso de tiempo que lo lleva hasta la muerte, realiza, en un mundo imaginario, su aceptación como lesbiana sumisa (o sea, su género femenino en su envoltorio masculino) y se somete a una mujer dominadora que lo había impresionado cuando era un tierno adolescente.