Caen estrellas fugaces

Como diría un buen amigo mío: “Hay tantos misterios misteriosos...” Y es verdad si algo nos dejó el pasado son misterios.
No sé si están ya todos escritos, pero hay tantas tramas que se parecen unas a otras que a mí, al menos, me da a veces la sensación de que es el mismo libro con diferente argumento.
En “Caen estrellas fugaces” el misterio es lo de menos (importante), pero lo de menos. La historia tiene suficiente fuerza por ella misma; personajes con un fin, una vida que llena páginas al margen de la intriga.
En el siglo XIX, Madrid quiere ser una ciudad moderna a la altura de París, iremos leyendo cómo se va construyendo, nuestros autores se documentaron de forma magistral. Creo que ahí está la clave de este libro, en su gran documentación, enseñándote el Madrid actual en lo que fue antaño. La vida pasa, pero las personas no cambian: miserias, chantajes, gente noble, gente mezquina todos ellos alrededor de una Sociedad Hermética.
Soy lectora, sé lo que estáis pensando, más a lo Código Da Vinci, pues no, no le he visto ningún parecido, aquí he disfrutado de cosas que desconocía y he memorizado frases muy bien construidas. Repito: no es el misterio es la historia lo que te llevara a seguir leyendo, esa es la diferencia.
Una novela que por primera vez no voy a resumir, pero cuyas aventuras os llevarán al otro Madrid, a ese que existe bajo tierra, esos pasadizos ocultos donde hay una cueva con olor a azufre.. Luego, cuando salgáis de allí, veréis un cielo oscuro alimentado por una inusual tormenta que despertara malos presagios.
¿Creéis en Dios? ¿Pensáis que Satanás simplemente fue un ángel que no quería tener un amo? ¿Te hubieras revelado tú de ser él? Religiones, sometimiento, misterio y luchas buscando la libertad. Fuerzas del bien y del mal, pero, sobre todo, humanas
queriendo entender que no todo está en la fe.
Yo, que he leído tantos misterios misteriosos, yo, que me quedan tantos por leer, os digo que este libro merece mucho la pena.

Ya lo dijo Lucifer: Non Serviam.

Ahora todavía hay gente que grita lo mismo. Los siglos pasan , pero el ser humano sigue luchando por lo mismo, su libertad.