El fin de los sueños

Este es uno de esos libros en los que definitivamente te encuentras con lo menos esperado de la vida.

Han pasado bastantes años desde la última guerra mundial, y tras los daños que esta provocó, llegaron sus "ventajas". Un ejemplo son las tecnologías que le impiden a tu cuerpo generar alergias, enfermedades graves, pero no las degenerativas, porque hay mucha radiación en el mundo, al grado de que hay quienes nacen con un solo ojos o con otro tipo de "modificaciones", claro que eso solo pasa en las esferas más bajas de la sociedad... todo se sigue moviendo por dinero obviamente.

Lo que lo hace más peculiar del caso es que han eliminado la necesidad de dormir, pero como el cerebro humano necesita soñar para no perder la "cordura", el gobierno "crea" sueños como si fueran programas y los distribuye a todos a través de la llamada "nube", de hecho todo humano a partir de los cinco años es inyectado con la "cura" y se conecta automáticamente a la nube en cuanto lo desea.

En la historia conocemos a Ismael, un chico que no hace mucho perdió a su madre en un accidente muy desafortunado y pues su papá no lo ha podido asimilar aún; Anna es la hija de una de las mujeres más poderosas del mundo moderno, tiene una genética perfecta, al grado de que su mamá tiene como principal tarea emparejarla con algunos de los jóvenes más ricos de la sociedad para poder subir ambas otro escalón a la cima ... literalmente.

EStos chicos, junto con otros más, han soñado con una misteriosa chica que les pide ayuda porque aparentemente algo la quiere matar, desde sus sueños, y si mueres ahí mueres en la vida real.

No les voy a mentir, aparentemente todos quienes conocen o ven a esta chica se enamoran perdidamente de ella, al grado de que es fácil adivinar que hay en esta novela una damisela en apuros que salvar.

A lo largo de todo el libro descubrirán que como siempre y en todo libro distópico... El gobierno es malo y tiene la culpa de todo...nah, mentira.
Descubrirán que los sueños esconden más cosas de las que todos pueden imaginarse, y que hay dos tipos de soñadores, los pasivos y los poderosos.

Siendo más sincera aún, las primeras cincuenta hojas son terriblemente aburridas, no podía con ellas y quería abandonar el libro, pero conforme fue avanzando simplemente me volví adicta, necesitaba saber a quién mataban y si sobrevivirían.

Sí es un libro recomendable, pero si tienen paciencia para pasar esas primeras hojas aburridas.
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